Es la Isla de Tabarca (también llamada isla Plana, de San Pablo o Nueva Tabarca), ubicada en España, a unas 11 millas náuticas de la ciudad de Alicante (unos 22 km) y cercana al Cabo de Santa Pola (a poco más de 4 km).

Yo no la conocía hasta que, de la mano de unos amigos, la visité.

En realidad parece ser que no es simplemente una isla, sino un pequeño archipiélago formato por Tabarca (de unos 1.800 m de longitud y una anchura de unos 400 m) y otros islotes más pequeños: La Cantera, La Galera y la Nao...

Es un lugar interesante para visitar y pasar el día, y tiene una historia interesante: parece ser que a estas costas arrivaron en el pasado piratas berberiscos. Además, en el siglo XVIII, Carlos III ordenó fortificarla y levantar en ella un pueblo para alojar a varias familias de pescadores de Génova que fueron cautivos en la ciudad tunecina de Tabarka.

Declarada Conjunto histórico artístico en 1964, y Reserva Marina en 1986, pertenece actualmente al término municipal de Alicante.

Es un buen lugar para el buceo porque aquí se pueden encontrar abundantes bancos de peces, estrellas de mar y una gran diversidad de algas que forman una increíble gama de colores.

Además, si se dan una escapadita, podrán visitar las portadas de las Murallas, la antigua Casa del Gobernador (hoy un hotel), su Iglesia de estilo barroco, además de varias calas con vistas a los islotes más pequeños.

Si van, no olviden probar un plato típico del lugar, el Caldero Tabarquino, que recibe su nombre del recipiente de hierro en que solían cocinarlo los pescadores, colgándolo de una cadena amarrada a un improvisado trípode.

Este recipiente de hierro fundido siempre se ha utilizado para cualquier receta, tanto para preparar el caldo del pescado como para hacer el arroz.

Se hace con pescado (Gallineta p.e.), arroz, ñoras (unos pimientos secos tipo “bola” de la zona de Alicante y Murcia), ajos (pelados), pimiento verde, tomate, aceite de oliva, panecillos y vino tinto... y está riquísimo!!!

Pueden llegar desde Alicante y Santa Pola.