Conocida también como "Laguna Arco Iris" y situada en el Estado de Quintana Roo, sus increíbles 7 tonalidades de azul en sus cristalinas aguas son el resultado de la combinación de diversidad coralina y flora subacuática.

Rodeada de manglares y abundante vegetación, se puede recorrer en pequeñas canoas o en kayak, disfrutando sus alrededor de 50 km de longitud y 2 km de anchura. Pero también es un lugar fantástico para nadar, hacer snorkel, bucear o realizar paseos en lancha.

El pueblecito pesquero que aquí encontrarán, Bacalar, con su pequeño museo de cultura prehispánica y su Fuerte de San Felipe (s.XVII), que se construyó para defender la población de los ataques piratas, tiene justo a la entrada el conocido como Cenote Azul, un impresionante ojo de agua en medio de una espesa vegetación y cuya profundidad exacta se desconoce, ya que cuenta con un sistema de cavernas subterráneas que se conectan entre sí, lo cual hace que sea, en algunos casos, imposible rastrear el fondo (se dice que en toda la península de Yucatán hay algo más de 10.000 cenotes censados).

El pueblo fue fundado hacia el año 415 d.C. por los mayas con el nombre de "Sian Ka’an Bakhalal". En su época prosperó gracias a que esta región contaba con el famoso "palo de tinte", que se utilizaba para teñir tejidos (muy codiciado por los ingleses), hoy en día una especie de árbol extinta por lo que parece.

También, cerquita de este lugar, además de interesantes yacimientos en mitad de la selva, no pueden dejar de visitar la paradisíaca playa de Mahahual y la ciudad de Chetumal (capital de Quintana Roo) que aún conserva algunas pequeñas casitas de estilo inglés por la influencia británica que hubo en Belice.

Además podrán ver en la orilla un barco pirata abandonado, o eso me dijeron :).

Hay que decir que parece ser que esta laguna está actualmente en riesgo debido a la contaminación. Esperemos que pueda conservarse un lugar como éste tan espectacular...