Las Catacumbas de París, un intrigante y misterioso laberinto subterráneo, son un testimonio asombroso de la ingeniería y la historia de la ciudad de París. Estas catacumbas, que se extienden por kilómetros bajo las calles de la ciudad, han sido construidas y utilizadas por varias generaciones a lo largo de los siglos. Para comprender quién las construyó, es esencial adentrarse en su fascinante historia.
Las Catacumbas de París se ubican en una red de antiguas canteras de piedra caliza que datan del período romano. Durante siglos, estas canteras se utilizaron para extraer la piedra que se empleaba en la construcción de edificios y monumentos en París. Con el tiempo, muchas de estas canteras se convirtieron en peligrosos agujeros subterráneos que amenazaban con derrumbarse y socavar la estabilidad de la ciudad.
La construcción de las catacumbas, como las conocemos, comenzó a fines del siglo XVIII, en 1774. Charles-Axel Guillaumot, un ingeniero de minas, fue nombrado inspector general de las canteras de París. Bajo su supervisión, se llevó a cabo la ambiciosa tarea de consolidar y reforzar las canteras para convertirlas en un espacio seguro para albergar los restos humanos de los cementerios superpoblados de París.
Por lo tanto, su origen se debió a problemas de salud pública y la saturación de los cementerios en París.
El proceso de construcción fue sumamente desafiante, ya que involucró la construcción de pasajes y túneles estables que pudieran soportar el peso de la ciudad sobre ellos. Se utilizaron diversas técnicas, como la creación de columnas de soporte y la construcción de muros de sostenimiento, para garantizar la estabilidad de las catacumbas. A medida que avanzaban en la construcción, se llevaron los huesos y restos de los cementerios a estas nuevas tumbas subterráneas, creando un lugar de descanso final para millones de parisinos.
La tarea de trasladar los restos humanos se llevó a cabo de manera meticulosa, con la organización y catalogación de los huesos para asegurarse de que los difuntos se mantuvieran separados por cementerio de origen. Además, se colocaron inscripciones y placas conmemorativas en las catacumbas, algunas de las cuales aún se pueden ver hoy en día.
El proyecto de las Catacumbas de París se llevó a cabo a lo largo de varios años y bajo diferentes gobiernos, ya que la Revolución Francesa y otros acontecimientos históricos influyeron en su desarrollo. Finalmente, en 1814, se abrieron al público como un sitio histórico y desde entonces han atraído a visitantes de todo el mundo, proporcionando un vistazo único a la historia y la ingeniería de la París subterránea.
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que miedo...no las conocía...