Viaje curioso por el mundo

Viajes y curiosidades. Somos una comunidad que comparte sus historias.

Historia

Las clases sociales en la antigua Roma

Las clases sociales en la antigua Roma

Roma comenzó siendo una pequeña población a orillas del rio Tiber, en la actual Italia, y llegaría a ser uno de los mayores imperios de la historia de la humanidad. Las tribus latinas habitaban la región desde el 1.000 a.C., pero la fundación de la ciudad data de alrededor del 753 a.C.

Políticamente, en la sociedad romana había un líder (el cónsul en la época de la república y el emperador durante el imperio), había un senado, los jueces y asambleas, mientras que socialmente, la familia se estructuraba en: el padre, su esposa, hijos y en algunos casos,  hermanas solteras, madres viudas, padres ancianos...

La sociedad en la antigua Roma estaba dividida en dos clases básicamente: los patricios (la clase alta) y los plebeyos (la clase trabajadora, en la cual también existian gente adinerada no obstante). La posición social y los derechos de estas clases se definieron inicialmente a favor de la clase alta hasta el período caracterizado por el Conflicto de las Órdenes (entre el 500-287 a.C.), una lucha de poder entre los plebeyos y los patricios.

Este Conflicto de las Órdenes comenzó cuando los patricios romanos luchaban contra las tribus vecinas por la supremacía en la región y necesitaban hombres para sus ejércitos. En el 494 a.C., los plebeyos, que constituían la mayor parte de la fuerza de choque en estos conflictos, se negaron a servir en el ejército hasta que se les diera voz en el gobierno. Sus protestas fueron abordadas por nuevas leyes que les permitirían enviar su propio representante (un tribuno) al senado y, en el 449 a.C., se hicieron públicas las Doce Tablas, leyes de Roma que se publicaron para que todos las vieran haciéndose patente que nadie estaba por encima de la ley, al menso en teoría.

Antes de este conflicto, los plebeyos eran ciudadanos de segunda clase, a quienes se les prohibía casarse con patricios mientras que, después del 445 a.C., esto cambió y los plebeyos podían casarse con quien quisieran y tener voz en la política. Cuando terminó el Conflicto de las Órdenes, la sociedad romana estaba definida por cinco clases sociales, y aunque tradicionalmente se ha presentado a los patricios como la nobleza terrateniente y a los plebeyos como los pobres sin tierra, esto no es estrictamente cierto. 

Los patricios, efectivamente, componían el senado y eran la clase dominante, pero había muchas familias plebeyas poderosas y, a medida que transcurrió la historia de Roma, muchas familias patricias perdieron su posición social, mientras que la fortuna de familias plebeyas mejoraba ostensiblemente.

Básicamente, los patricios eran la aristocracia -uno tenía que nacer patricio- mientras que los plebeyos eran todos los demás; pero plebeyo no necesariamente equivalía a pobre. Granjeros, plomeros, artesanos, maestros, contratistas, arquitectos y muchas otras profesiones respetables y muy lucrativas estaban todas representadas por la clase plebeya.

Los equites (caballería) eran originariamente los caballeros montados reales a quienes se les daba una cierta cantidad de dinero para comprar y cuidar su caballo en el período de la república temprana y así se asociaron con el comercio en Roma. Así, entraron a formar parte de la clase alta que se ocupaba de los negocios. 

En el 218 a.C., mucho después del Conflicto de las Órdenes, se aprobó una ley que prohibía a los senadores participar en el comercio porque era algo que podía comprometer sus decisiones legislativas, es decir, suponer un confilcto de intereses. Los equites eran hombres de clase patricia, socialmente inferiores a la clase senatorial, que dirigían los bancos, recaudaban impuestos, operaban la importación y exportación de bienes y administraban las casas comerciales y el comercio de esclavos.

Los libertos eran esclavos que habían logrado comprar su libertad o cuyos dueños los habían linerado. El liberto se convirtía entonces en cliente de su antiguo propietario, confiando en su patrocinio. A los esclavos liberados se les concedía la ciudadanía, pero no podían ocupar cargos políticos. Sin embargo, a los hijos de esclavos liberados se les otorgaron plenos derechos como ciudadanos. Los libertos podían trabajar en cualquier trabajo para el que estuvieran cualificados, pero a menudo continuaban en las tareas que habían realizado para su antiguo amo cuando eran esclavos.

Los esclavos eran la clase más baja de la sociedad romana, sin ningún derecho y considerados propiedad de sus amos. La calidad de vida de un esclavo romano variaba según el amo y el trabajo. La vida en las minas o en la construcción de caminos era considerablemente más difícil que la de los esclavos artesanos cualificados que trabajaban para los artesanos o servían a sus amos como tutores o músicos en los hogares. Aun así, sin importar cuán fáciles pudieran parecer las responsabilidades de un esclavo, todavía estaban sujetos a los caprichos de su amo, quien podía hacer que los golpearan, o incluso mataran, por cualquier motivo.

Los romanos dependían en gran medida de los esclavos para aquellos trabajos que no querían hacer. Las esclavas servían a sus amos en todo tipo de tareas, desde ayudarlas a bañarse, vestirse y maquillarse hasta cuidar a los niños, limpiar la casa y ayudar en las compras. 

Los esclavos varones servían a sus amos de muchas formas en la casa, por ejemplo como asistentes personales, tutores de niños, meseros, mayordomos, guardaespaldas, supervisores de fincas, entre muchos otros. 

En un momento determinado, los romanos consideraron promulgar una ley que requiriese que los esclavos usaran un determinado uniforme para identificarse, pero decidieron no hacerlo porque temían que alertaría a los esclavos sobre cuán numerosos eran y posiblemente ello alentaría una revuelta.

En cuanto a su origen, la mayoría de los esclavos eran extranjeros prisioneros de guerra o comprados a esclavistas, aunque algunos romanos también se vendieron a sí mismos o a sus hijos como esclavos como forma de pagar deudas. Las familias patricias a veces tenían hasta 1.000 esclavos en una pequeña propiedad y más en otros lugares y estos esclavos servían los intereses del estado a través del servicio al núcleo del estado: la familia.

Comentarios (2)

Inicia sesión para comentar.

cristi90 • Hace 1 año, 10 meses

más o menso evidentes, siempre las ha habido y siempre las habrá, ya sea por estatus social o económico...en todas las sociedades y en todas la épocas...

mariogom34 • Hace 1 año, 10 meses

muy interesante @rodi 😉