Son aproximadamente una treintena, situadas cerca de Jalgaon, en la región de Maharashtra, en la India, y declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1983. Aquí se encuentran algunos de los mejores ejemplares de arte budista del mundo. 

Fueron creadas a los lados de un barranco con forma de herradura en lo alto del río Waghora hace más de 2.000 años por monjes budistas. Las esculpieron en rocas de basalto y están repletas de pinturas y esculturas que narran la vida y vivencias de Buda, siendo este complejo subterráneo un ejemplo magníficamente bien conservado de arte antiguo hindú.

La mayoría de las creaciones pictóricas se hicieron con pasta de barro pintado con pigmento vegetal o animal.

Aquí podrán conocer la antigua morada de practicantes y monjes budistas, descubierta en el siglo XIX por el inglés John Smith, soldado de la Compañía Británica de las Indias Orientales, pero también podrán valorar, como yo, el silencio, como otro de los grandes alicientes del lugar...