Te hablamos de las curiosísimas tablillas de arcilla de casi 4.000 años de antigüedad, únicas hasta el momento por lo que sabemos, y que actualmente pertenecen a la la colección babilónica del Museo Peabody de la Universidad de Yale (Connecticut, EEUU).

Estas tablillas, que se conocían desde principios del siglo XX (desde los años 20 concretamente), no se tradujeron correctamente hasta finales del siglo (de hecho durante un tiempo se pensó que podrían ser textos médicos) y albergan las que probablemente sean las recetas culinarias más antiguas del mundo (por lo menos las más antiguas descubiertas y descifradas).

Como te decimos, son parte de la Colección Babilónica de Yale, ubicada en el Museo Peabody. Tres de estas tablillas se remontan al período babilónico antiguo, entorno al año 1730 a.C., y no fueron escritas por la misma mano. Una cuarta tablilla se produjo unos 1.000 años después (durante el período neobabilónico). Las cuatro tablillas de las que te hablamos son de la región de Mesopotamia, en lo que hoy es Turquía, Siria, Irán e Irak.

Los platos conocidos de la antigua Mesopotamia incluyen panes, pasteles, tartas, papillas, sopas, guisos y asados.

A diferencia de lo que ocurre en la cultura occidental moderna, en la antigua Mesopotamia no parece que hubiese una distinción esencial entre platos dulces y salados, ni convenciones sociales sobre el orden en que se debían comer. Como en muchas otras tradiciones, la presentación tuvo prioridad sobre el orden, con muchos platos servidos juntos y continuamente durante las comidas. 

Los textos cuneiformes descubiertos a menudo reflejan una gran preocupación de aquellas gentes por la forma y apariencia de los alimentos, y los elaborados utensilios y moldes encontrados en las excavaciones muestran una gran atención a la "presentación visual".

Las tablillas enumeran "recetas" que incluyen instrucciones sobre cómo prepararlas. Una es una colección resumida de 25 recetas de guisos o caldos con instrucciones breves. Otras dos tablillas p.e. contienen menos recetas, cada una descrita con mucho más detalle.

Como la mayoría de los manuales de cocina premodernos, las recetas babilónicas rara vez enumeran las cantidades de cada ingrediente.

Estas "recetas" antiguas incluyen guisos de cordero, de remolacha e incluso uno que podriamos considerar vegetariano. Tres de las tablillas están dañadas y solo la tablilla de "resumen" con los guisos conserva algunas recetas en su totalidad. Se desconoce el motivo por el que se recopilaron las recetas y, hasta el momento, las colecciones que representan son únicas.

Impresionante, no te parece? :)