Aunque podemos encontrar en el mundo rosas en casi todos los colores (rojas, amarillas, blancas, rosas, naranjas o malvas), las rosas negras no crecen en la naturaleza por norma general. Sí que existen no obstante variedades híbridas que se consiguen a través de dos variedades de rosas muy oscuras, las rojas y las violetas, y las rosas que se tiñen en los viveros, pero cuyo precio suele ser muy elevado. Es por todo ello que hoy quiero hablarles de las únicas rosas negras que crecen en la naturaleza, las rosas negras de Halfeti, una auténtica rareza.

Extremadamente raras y únicas, y famosas por su color y olor únicos, se conocen también como las "novias árabes" o las "bellezas árabes", y sólo crecen en Halfeti, un pequeño pueblo escondido de casas de piedra y hermosos paisajes naturales en la provincia suroriental de Şanlıurfa, en Turquía.

Estas impresionantes y muy raras rosas sólo pueden crecer en este lugar, donde miles de personas acuden a finales de la primavera-principios del verano para presenciar la cosecha (florecen en un período de seis a siete semanas).

Estas rosas florecen primero en negro y después de un tiempo, cambian su color a un rojo oscuro. Lo curioso del tema es que sólo muestran este color negro en Halfeti, en ningún otro lugar (y se ha intentado), y ello es porque estas rosas negras obtienen su color y olor de las características climáticas de Halfeti, el agua del río Éufrates y las propiedades del suelo de esta región.

En realidad, Halfeti es hoy en día un pueblo fantasma que se encuentra sumergido bajo las aguas del río Éufrates. Fue en la década de los 90 cuando sus habitantes se dieron cuenta del fenómeno tan especial que hacía tan especiales sus rosas, y que las convertía en únicas en todo el mundo. La cuestión es que, cuando se construyó la presa de Birecik, los vecinos de la localidad fueron trasladados a unos 10 km de la misma. Junto con sus pertenencias, también se llevaron sus plantas y sus rosas negras. Pero, cuál sería su sorpresa cuando vieron que, al trasplantarlas en la nueva población, sus rosales solamente daban rosas rojas.

Después de investigar y de hacer diversos experimentos, constataron que esto se debía al hecho de que las condiciones de cultivo no eran las mismas que las del pueblo original. Al cambiar los parámetro del suelo y de las aguas subterráneas, las flores ya no se pigmentaban de color negro. Fue entonces cuando instalaron invernaderos cerca de la anterior ubicación en la que se encontraba la localidad de Halfeti. Milagrosamente, las rosas volvieron a recuperar su singular color negro.

La densidad del suelo y la combinación de las antocianinas son los responsables de este singular fenómeno. De hecho, las antocianinas también hacen que el color de las moras, los arándanos y las frambuesas sea el que es.

A pesar de su singularidad, su rareza y de su belleza, lo cierto es que siempre han estado vinculadas a la superstición. Para muchos son un símbolo de muerte y mala suerte, mientras que para otros son un objeto de auténtica fascinación...