Todo el mundo piensa que el acueducto de Segovia fue construido por los romanos, pero cuenta la leyenda que el artífice fue el mismísimo diablo...

El diablo se le apareció a una joven aguadora que cansada de acarrear agua todos los días, inconscientemente deseó dar su alma al diablo por no tener que volver a hacer tan ardua tarea. El diablo, a cambio del alma de la joven se comprometió a construir el acueducto antes del amanecer.

Al final, la leyenda acaba bien. La joven al ver las consecuencias de su deseo, se arrepintió y se puso a rezar. Amaneció antes de lo previsto y al diablo le quedó una piedra por colocar, con lo cual, la joven salvó su alma y Segovia ganó un acueducto para traer el agua. :)