En la antigua Roma, llevar "anillo" era un privilegio que distinguía a los hombres libres de los esclavos. Usados como "sellos" eran un medio de identificación personal y de autentificación documental (la "firma" del interesado).
Con el tiempo su uso se fue vulgarizando y generalizando, sobre todo los ejemplares de bronce.
Los anillos de oro continuaron siendo privilegio de los ricos y poderosos.
interesante!!! 😉