Pude comprobarlo en el Museo Egipcio de El Cairo.
La momificación en el Antiguo Egipto no sólo se usaba para asegurar a las personas muertas una vida en el Más Allá.
También se momificaban animales de todo tipo, a veces con otros significados, y se han encontrado por millones de ellas. ¿Por qué lo hicieron?
A veces eran las mascotas de la familia, que se enterraban en la misma tumba de sus dueños, y para las cuales se elaboraban incluso pequeños sarcófagos especiales. Otras veces se momificaba a los animales sagrados, que vivían en los templos como representantes vivos de un determinado dios/diosa.
Incluso hubo momias de animales que se usaban como ofrendas religiosas a los dioses, lo cual produjo un importante negocio de venta de todo tipo de animales momificados, algunos fraudulentos.
Por último se conocen momias de animales o trozos de ellos que se usaban como ofrendas de comida a los muertos, y que se ponían en las tumbas para ser consumidas en la otra vida.
Una de las cosas que me llamaron la atención fue que todo esto se hizo, en muchas ocasiones y como decía antes, en sus propios sarcófagos, adecuados a su tamaño y forma: cocodrilos, babuinos, toros, gatos, cabras, peces, serpientes, murciélagos, escorpiones, pájaros, perros, incluso se encontró, en el año 2001, la de un león (una rareza), etc...
En los templos de la diosa Bastet se cuidaba y adoraba (ya que estos animales sagrados recibían el mismo culto que los dioses) a un gato; en los de Horus a un halcón; en los de Apis a un toro; en los de Hathor a una vaca; en los de Sobek a un cocodrilo; en los de Anubis a un chacal o un perro; etc.
Se supone que existían lugares donde se preparaban momias de animales en grandes cantidades, para ser vendidas a los peregrinos, que luego las ofrecían a los dioses en los templos, y eran enterradas en unas catacumbas con las demás momias-ofrendas.