En 1903, en Delhi (India), se celebró el Durbar, una celebración de la sucesión del monarca británico Eduardo VII. El rey en ese momento también tenía el título de Emperador de la India (el bisabuelo de la actual reina Isabel II).
La celebración fue llevada a cabo por el virrey de la India en ese momento, Lord Curzon. El plan real para el Durbar era que el rey viniera personalmente a la India para los rituales de coronación. Pero el Rey no acudió, no pareció interesarle el festejo, por lo que Lord Curzon tuvo que organizar algo como un espectáculo para el pueblo de Delhi.
Todo comenzó en los últimos días de 1902, con desfiles de elefantes caminando por las calles de Delhi. Los invitados de esta ceremonia eran reyes y príncipes indios llegados de todas partes. El duque de Connaught recibió la responsabilidad de representar a la familia real británica.
Tras las procesiones de inauguración, el Durbar de Delhi comenzó realmente el 1 de enero de 1903. El Durbar se estableció en una gran llanura en las afueras de Delhi. El objetivo de los festejos era resaltar la gloria de la Monarquía Británica y el vasto Imperio Británico. Se mostraron incluso colecciones de joyas preciosas que fascinaron a príncipes y reyes indios y hasta Curzon entró en el área de las festividades junto con algunos reyes indios en elefantes.
Sin embargo, aunque todo ello era muy fastuoso y espectacular, pues hasta los elefantes lucían adornos de oro en sus colmillos, fueron dos gigantescos guardias los que se llevaron toda la atención. El Rey de Jammu y Cachemira había traído consigo a dos altísimos hombres junto con él al Durbar, que debieron parecer los más altos de todos los humanos vivos en ese momento.
Los "gigantes de Cachemira", como los llamaron, atrajeron toda la atención de la multitud. Uno de ellos tenía una estatura de 7'9″ (2,36 m). El otro tenía una altura de 7'4″ (2,23 m) y según las fuentes, eran hermanos gemelos.
Al parecer, eran fusileros de élite al servicio de su Rey. Estos hermanos de Cachemira eran originarios de un lugar llamado Balmokand (lugar que no consta en los registros, y es que el nombre original podría haber cambiado a lo largo de los años).
Se dirigieron al Durbar con lanzas, mazas, mechas e incluso granadas de mano. Parecían estar preparados para cualquier situación, para proteger a su rey a toda costa, rey que llevaba a sus guardaespaldas caminando uno a cada lado.
Los periodistas y fotógrafos internacionales de la época reunidos para el Durbar también quedaron fascinados con estos gigantes. De hecho, hicieron famoso al Rey de Cachemira en todo el mundo.
Uno de los viajeros estadounidenses que hasta allí se había desplazado y un fotógrafo se interesaron por estos "gigantes de Cachemira" y se tomaron fotos con ellos. El viajero americano era James Ricalton, al que podemos ver en las fotos.
una historia muy curiosa....
Impresionante....
😳😳
con esa estatura debieron ser los más altos de la época en todo el mundo!!! 😝
😲😲