Para quien no las conozca, y para cuando puedan visitarlos, estas imponentes paredes verticales de 300 metros de altura, asentadas junto al pueblo de Riglos y al curso del río Gállego, a 45 km al noroeste de la ciudad de Huesca, en el Prepirineo Aragonés, en la comarca de la Hoya de Huesca, se formaron en el Terciario a partir de conglomerados calizos que fueron posteriormente erosionados por el agua, la lluvia y el viento.
Constituídos por las formaciones de el Puro, Mallo Pisón, Mallo Visera y Mallo Firé son de un precioso color rojizo debido a la presencia de hierro y arcillas, y resultan espectaculares a la puesta del sol.
Este lugar recibe todos los años a visitantes de toda Europa, atraídos por su riqueza paisajística y las posibilidades deportivas que ofrece, (la escalada aquí es la gran protagonista), con vías ferratas y rutas de senderismo como complementos perfectos.
Aunque a algunos Mallos se puede acceder caminando hasta su parte superior, en el resto de Mallos es obligado escalar sus espectaculares paredes verticales, para lograr coronar sus cimas.
En los últimos años además se ha hecho muy popular el salto BASE desde los Mallos, con impresionantes saltos como el Firé, el Pisón e incluso el Puro, siendo no obstante la Visera, por su acceso caminando y su gran desplome, el Mallo preferido para este fin.
El pueblo es bonito. En la segunda mitad del siglo XI se fortificó, conservándose hasta hoy algunos restos de su muralla. El pasear por sus calles, cuando el sol da de lleno a los Mallos, es de una gran belleza.
El pueblo también atrae por su Centro de Interpretación de las Rapaces (ARCAZ), un lugar ideal para observar y aprender de la rica variedad de estas aves que habitan en "el Reino de los Mallos", entre las que destaca una de las más numerosas colonias de buitres leonados de Europa.
👍👍👍
debe serlo si, me lo apunto @pedro 👍
vaya moles...espectacular el lugar, se ve un bonito sitio para hacer turismo rural...😍