Cuando el explorador Stan Hall y el famoso astronauta de la NASA Neil Armstrong dirigieron la primera gran expedición a la Cueva de Los Tayos en el año 1976, encontraron un lugar lleno de mitos, leyendas, culturas antiguas y hogar de unas riquezas ecológica y geológica únicas.

La Cueva de los Tayos se encuentra en lo profundo de la región sureste de la selva amazónica de Ecuador, en las estribaciones de los Andes y dentro de una de las áreas más ricas en biodiversidad del mundo (insectos, arañas, serpientes, pájaros tayos, murciélagos, etc).

Con una extensión de más de 5 km de pasajes subterráneos y cavernas similares a catedrales en tamaño, la Cueva de los Tayos es el hogar no solo de las raras y extraordinarias aves Tayos, que dan nombre a la cueva, sino que es un lugar de innegable valor espiritual para la tribu Shuar (conocedores desde hace ya muchas décadas de esta cueva, cuya entrada tiene un vacío vertical de unos 70 metros por el que solo se puede bajar a rapel).

El descenso al interior de la Cueva de los Tayos se debe hacer con un permiso oficial, pero primordialmente con la guía de los indígenas Shuar.

Oculta en su profundidad se dice que está la legendaria "Biblioteca Dorada"; un tesoro de placas metálicas grabadas con lo que parece ser la historia de la humanidad creada por una civilización antigua. De mayor certeza es la presencia de profundas reservas de oro y minerales preciosos en estado bruto, sobre las que se asienta la cueva y su entorno de selva tropical; una presencia que coloca a la Cueva de los Tayos bajo la amenaza perpetua de la minería y la deforestación.

La cueva ha sido objeto de una intensa investigación, exploración, especulación y creación de mitos desde la década de 1970, cuando Erich von Däniken publicó por primera vez su libro "El oro de los dioses". Las afirmaciones de Von Däniken de que el explorador János Juan Móricz había descubierto esculturas inusuales y una "Biblioteca de oro" dentro de pasadizos aparentemente tallados artificialmente, dieron a conocer las cuevas y plantaron la Cueva de los Tayos en la mente de muchos lectores de todo el mundo como un sitio de misterio y leyendas.

Uno de esos lectores fue Stan Hall; un ingeniero civil escocés, quien, inspirado por las afirmaciones de Von Däniken, en 1976 se dispuso a montar la primera gran expedición científica a la Cueva de los Tayos.

Lo que Stan logró al organizar esta expedición pionera fue extraordinario: la exploración sigue siendo una de las expediciones a cuevas más grandes hasta la fecha, en la que participaron más de 100 personas, incluidos funcionarios del gobierno ecuatoriano y británico, fuerzas especiales conjuntas, científicos destacados y espeleólogos de la época junto con el famoso astronauta Neil. Armstrong, quien asumió el papel de presidente honorario de la expedición.

Hasta las profundidades de estas cuevas se adentró Armstrong, junto a otros exploradores, atraídos por la idea de que esta cueva era la morada de una civilización antigua y desconocida, o quizás incluso de seres extraterrestres.

¿Cómo es esta famosa cueva?

A partir del primer e impresionante descenso en rapel, la cueva se abre hacia cavernas, grandes salones y galerías estrechas, sitios con oquedades y espacios llenos de estalactitas y estalagmitas. Pero uno de los sitios más impresionantes es el llamado "portal Moricz", una abertura en las rocas que parece una puerta alargada de forma cuadrada y que parece que fue tallada por alguien.

Esta formación geológica ha alimentado la creencia de muchos de quienes se inclinan por pensar que este espacio fuecho por la mano del hombre, o incluso por otros seres desconocidos.

Además, hay un punto llamado "el sumidero", cuyo camino llega hasta una caverna inundada, y adentrarse en ella implica sumergirse unos 5 metros bajo el agua cuando no es tiempo de lluvias, lo cual requiere conocimientos de buceo, pero sobre todo valor.

De la 'Biblioteca Dorada' de Von Däniken no se descubrió evidencia por lo que parece, pero los miembros de la expedición emergieron con tesoros de otro tipo: el registro de 40 nuevas especies de murciélagos, 100 nuevas especies de mariposas, 200 nuevas especies de escarabajos y el descubrimiento de un cuerpo humano y artefactos dentro de la cueva que datan del 1500 a.C.

Alguno dicen que de allí se extrajeron además diferentes reliquias, ocultas en cajas negras que se llevaron en helicóptero, y creen que el tesoro de mantiene oculto en la cueva.

El geólogo Dr. Theo Toulkaridis ha dedicado la última década a investigar la geología, la arqueología y la ecología de la Cueva de los Tayos. Theo y su equipo ahora son fundamentales en la campaña para nombrar a la Cueva de los Tayos como sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO y asegurar su protección para las generaciones venideras.