La marihuana o Cannabis sativa ha sido cultivada por la humanidad durante miles de años por sus propiedades medicinales, industriales y recreativas. Veamos a continuación su historia, sus características botánicas, sus principales variedades, las técnicas de cultivo que se emplean y sus aplicaciones medicinales.

Historia de la marihuana

La historia de la marihuana es fascinante y antigua, abarcando miles de años de usos culturales, industriales y medicinales en diversas civilizaciones.

El Cannabis se originó en Asia Central, con los primeros registros del uso del cáñamo y la marihuana que datan de alrededor de 10.000 años atrás. Las culturas neolíticas de la región cultivaban cáñamo, una variedad del cannabis que no es psicoactiva, para producir textiles y cuerdas.

El cannabis llegó a la antigua China hace más de 4.000 años, donde el legendario emperador Shen Nung escribió sobre sus propiedades medicinales. El cáñamo era crucial para la confección de ropa, mientras que la marihuana se usaba para tratar dolores, enfermedades inflamatorias y otras afecciones.

En la India, el cannabis ha sido una planta sagrada durante miles de años. Se menciona en textos antiguos como el Atharva Veda (2000-1400 a.C.), en los que se describen sus propiedades medicinales y espirituales. La marihuana, conocida como bhang, se consume aún hoy en bebidas y se utiliza en festividades religiosas y ceremonias.

Además, la medicina tradicional india ha usado el cannabis para tratar una variedad de afecciones, desde el dolor y las migrañas hasta los trastornos digestivos.

Desde Asia, el cannabis se extendió a Europa y África a través de las rutas comerciales. En la antigua Grecia y Roma, el cáñamo se usaba principalmente para fabricar cuerdas, pero también había registros de su uso para tratar heridas y dolores. En África, el cannabis se integró en la medicina tradicional para tratar enfermedades infecciosas, como la malaria.

El cannabis llegó al Nuevo Mundo en los siglos XVI y XVII con los colonos europeos. Las plantaciones de cáñamo fueron fundamentales en la América colonial para la producción de velas de barcos y cuerdas. Sin embargo, no fue hasta el siglo XX que el uso recreativo de la marihuana comenzó a ganar popularidad en los Estados Unidos.

En los años 30, la marihuana fue demonizada en EEUU, en parte debido a la asociación con minorías y los inmigrantes mexicanos. Esto resultó en la Ley de Impuestos sobre la Marihuana de 1937, que hizo ilegal su uso recreativo y medicinal.

Hoy en día, muchos países han despenalizado o legalizado el cannabis, tanto para usos medicinales como recreativos, con investigaciones científicas que respaldan sus beneficios.

Variedades de marihuana

Existen tres subespecies principales de cannabis: Cannabis sativa, Cannabis indica y Cannabis ruderalis. Estas variedades difieren en su estructura, efecto y características de crecimiento. Además, los avances en la horticultura han permitido la creación de híbridos que combinan propiedades de las tres.

1. Cannabis Sativa

El Cannabis sativa es la variedad más común y se caracteriza por tener un efecto estimulante y energizante, lo que la hace ideal para el uso diurno.

• Características físicas: La planta de sativa tiende a ser alta (puede superar los 3 metros), con hojas delgadas y largas. Las ramas son esbeltas y los cogollos suelen ser más ligeros en comparación con las variedades índicas.
• Clima ideal: Es originaria de regiones ecuatoriales, como Tailandia, Colombia y México, y prefiere climas cálidos con largas temporadas de crecimiento.
• Efectos: El uso de sativa genera una sensación mental activa, creativa y eufórica. Es conocida por su capacidad para estimular el apetito y mejorar el estado de ánimo, lo que la convierte en una opción para quienes buscan combatir la depresión, la fatiga crónica y la ansiedad social.

2. Cannabis Indica

El Cannabis indica es conocido por sus efectos relajantes y sedantes, lo que la convierte en una excelente opción para el uso nocturno y el tratamiento de afecciones relacionadas con el sueño.

• Características físicas: Las plantas índicas son más bajas y robustas, generalmente no alcanzan más de 2 metros de altura. Tienen hojas anchas y densas, y los cogollos son más pesados y compactos que en las sativas.
• Clima ideal: Se cree que la variedad índica es originaria de regiones montañosas como Afganistán, Pakistán y el norte de la India, por lo que crece bien en climas fríos y de corta temporada.
• Efectos: El cannabis indica tiende a producir un efecto corporal relajante, ideal para combatir el insomnio, el dolor muscular, el estrés y la ansiedad. También se utiliza para tratar espasmos musculares y problemas inflamatorios.

3. Cannabis Ruderalis

El Cannabis ruderalis es menos conocido, pero tiene una característica única: florece automáticamente en función de su edad, en lugar de depender del ciclo de luz como las otras variedades.

• Características físicas: Las plantas ruderalis son pequeñas y resistentes, creciendo hasta un máximo de 1 metro de altura. Sus cogollos son pequeños y con menos cannabinoides en comparación con sativas e indicas.
• Clima ideal: Esta subespecie es originaria de Rusia y Europa del Este, y está adaptada a climas fríos y duros.
• Usos: Debido a su bajo contenido de THC, no se utiliza comúnmente con fines recreativos, pero se emplea en la creación de híbridos autoflorecientes, que combinan las características de ruderalis con sativa o indica.

4. Híbridos

Los híbridos son variedades creadas por el cruce de plantas sativa, indica y ruderalis. Los criadores de cannabis los desarrollan para combinar las mejores características de cada una de las subespecies.

• Características físicas: Los híbridos pueden tener características tanto de sativa como de indica, dependiendo del cruce. Pueden crecer más altas o más robustas, y la apariencia de las hojas y cogollos varía.
• Efectos: Los híbridos pueden ser "dominantes sativa" o "dominantes indica", dependiendo de la combinación genética. Esto significa que pueden proporcionar un equilibrio entre los efectos energizantes y relajantes.
• Variedades populares: Ejemplos famosos de híbridos incluyen Girl Scout Cookies, OG Kush y Blue Dream, todos los cuales combinan lo mejor de ambas variedades.

Características de la planta de marihuana

La planta de marihuana tiene una estructura biológica única, que incluye hojas grandes y palmeadas, flores densas y glándulas tricomas que producen los compuestos activos. Veamos más en detalle sus partes y funciones.

Hojas

Las hojas del cannabis son ampliamente reconocidas por su forma palmeada y margen dentado. Estas hojas tienen un papel crucial en la fotosíntesis.

• Número de lóbulos: Cada hoja puede tener entre 5 y 11 lóbulos (dedos), siendo 7 el número más común. Las plantas índicas suelen tener hojas más anchas, mientras que las sativas tienen hojas más delgadas.
• Clorofila: La alta concentración de clorofila en las hojas les da su color verde intenso y es fundamental para la fotosíntesis, donde la planta convierte la luz solar en energía.

Flores (Cogollos)

Las flores son la parte de la planta más valiosa para los consumidores, ya que contienen los tricomas que producen los cannabinoides y terpenos.

• Cogollos femeninos: Solo las plantas femeninas producen flores que contienen altos niveles de THC y CBD. Las plantas masculinas, en cambio, solo producen polen y no son deseadas en cultivos comerciales.
• Estructura: Los cogollos están recubiertos por tricomas, pequeñas glándulas resinosas que contienen los compuestos químicos responsables de los efectos de la marihuana.

Tricomas

Los tricomas son pequeños cristales resinosos que cubren las flores y algunas partes de las hojas. Son los encargados de producir cannabinoides, terpenos y flavonoides.

• Cannabinoides: Los tricomas contienen THC, CBD, y otros cannabinoides que interactúan con el sistema endocannabinoide humano, modulando el dolor, el apetito, el sueño, y el estado de ánimo.
• Terpenos: Los terpenos son compuestos aromáticos que contribuyen al olor y sabor de la planta, y también tienen efectos terapéuticos por sí mismos.

Raíces

Las raíces de la marihuana, aunque menos estudiadas, juegan un papel importante en la absorción de nutrientes y agua, y en la estabilización de la planta en el suelo.

• Función: Las raíces también son responsables de la absorción de oxígeno y la eliminación de desechos.

Técnicas de cultivo de la marihuana

El cultivo de marihuana es un proceso que requiere conocimientos técnicos y dedicación para producir plantas saludables y cogollos de alta calidad. Aquí detallamos las fases clave del cultivo de cannabis.

1. Germinación

El cultivo comienza con la germinación de las semillas, que suele durar entre 24 y 72 horas. Las semillas requieren condiciones específicas para germinar con éxito.

Uno de los métodos más populares es colocar las semillas entre dos toallas de papel húmedas y mantenerlas en un lugar oscuro hasta que aparezcan las raíces.

2. Vegetación

Durante la fase vegetativa, la planta experimenta un crecimiento rápido de hojas y tallos. Es importante proporcionar suficiente luz (18 horas al día es lo ideal) y nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio.

Los cultivadores a menudo utilizan técnicas de poda y entrenamiento para mejorar la penetración de luz y optimizar el crecimiento de las ramas.

3. Floración

La fase de floración se inicia reduciendo el ciclo de luz a 12 horas diarias. Durante esta fase, la planta comienza a desarrollar cogollos.

El control estricto del ciclo de luz es fundamental para inducir la floración y maximizar el rendimiento de la planta.

4. Cosecha

El momento de la cosecha es crucial para obtener el perfil de cannabinoides y terpenos deseados. Los cultivadores monitorean los tricomas para determinar el momento ideal para cosechar.

• Tricomas claros: Estos indican que la planta aún no ha alcanzado su madurez.
• Tricomas lechosos: Son indicativos de una cosecha óptima, cuando los cannabinoides están en su punto máximo.
• Tricomas ámbar: Se asocian con un efecto más sedante y narcótico, ideal para aquellos que buscan aliviar el dolor o dormir mejor.

5. Secado y curado

El secado y curado de la marihuana son esenciales para preservar el sabor, la potencia y la calidad.

• Secado: Los cogollos se cuelgan en un ambiente controlado con una temperatura alrededor de 20°C y un 50% de humedad, por un periodo de 7 a 14 días.
• Curado: Luego del secado, los cogollos se colocan en frascos herméticos para continuar el proceso de curado durante 2 semanas a 2 meses. Es importante abrir los frascos regularmente para liberar el exceso de humedad.

Usos medicinales de la marihuana

La marihuana medicinal es un campo en rápido crecimiento, con investigaciones que respaldan su eficacia para tratar una amplia gama de afecciones médicas.

1. Dolor crónico

El THC y el CBD se utilizan comúnmente para tratar dolores crónicos asociados con afecciones como artritis, esclerosis múltiple y fibromialgia.

Los cannabinoides interactúan con los receptores CB1 y CB2, modulando la señalización del dolor en el cerebro y el sistema nervioso.

2. Ansiedad y depresión

El CBD tiene propiedades ansiolíticas y antidepresivas, siendo una opción viable para el tratamiento de la ansiedad y la depresión sin los efectos secundarios de los medicamentos tradicionales.

Se cree que el CBD modula los niveles de serotonina en el cerebro, lo que mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad.

3. Epilepsia

El CBD ha demostrado ser efectivo en la reducción de convulsiones en pacientes con epilepsia resistente a medicamentos.

Epidiolex es el primer fármaco a base de cannabis aprobado por la FDA para tratar tipos raros de epilepsia, como el síndrome de Dravet.

4. Inflamación

El cannabis tiene propiedades antiinflamatorias que son útiles en el tratamiento de enfermedades autoinmunes y condiciones inflamatorias crónicas como la artritis reumatoide.

Los tópicos, aceites y cápsulas de cannabis se utilizan para tratar la inflamación tanto localizada como sistémica.

5. Estimulación del apetito

El THC es conocido por su capacidad para aumentar el apetito, lo que es especialmente útil en pacientes con cáncer que reciben quimioterapia o personas con VIH/SIDA.

El cannabis ayuda a combatir el síndrome de desgaste, promoviendo un mayor consumo de alimentos y mejorando el estado nutricional.

La marihuana es una planta compleja con una historia rica, diversas variedades y un amplio rango de aplicaciones medicinales. Ya sea para tratar el dolor, la ansiedad o enfermedades inflamatorias, el cannabis ha demostrado ser una herramienta terapéutica valiosa. Además, su cultivo requiere una comprensión cuidadosa de sus necesidades biológicas y ambientales, pero con las técnicas adecuadas, cualquier cultivador puede producir cosechas de alta calidad.

A medida que más países continúan despenalizando su uso, se espera que la investigación sobre los beneficios medicinales del cannabis continúe expandiéndose, ofreciendo nuevas esperanzas a pacientes en todo el mundo.