Ubicado en el altiplano calizo que se eleva sobre el delta del río Brahmaputra, en el escarpado noreste de la India, esta tierra, cuyos colonizadores británicos llamaron "la Escocia de Oriente" porque el clima les recordaba a los highlands escoceses, es uno de los lugares más húmedos del planeta durante el monzón.

Es un paisaje simplemente espectacular, de película de aventuras, y sin duda un lugar que deberían visitar alguna vez.

Posiblemente Meghalaya (uno de los 29 estados de la India, cuya capital es Shillong, y que hace frontera con Bangladesh al sur) sea uno de los mejores lugares del mundo para hacer actividades como el excursionismo, el barranquismo, la espeleología y los encuentros tribales. En los los montes Garo, Jaintia y Khasi se ocultan gargantas ocultas, cavernas (krem) sinuosas y acantilados de vértigo tras millones de años de precipitaciones.

La "relación" de este lugar con los escoceses no termina en su denominación por los primeros colonos británicos, es todo mucho más curioso de lo que parece. En Meghalaya podemos encontrar una catedral de imitación Tudor de Shillong, lagos con botes y los bungalows coloniales con tejados metálicos al estilo escocés.

En el corazón tribal de Shillong podrán visitar el caótico Iew Duh market; un bazar de pueblo enorme. Aquí, los khasi (tribu) de todo el estado se reúnen para comerciar con rollos de tela, frutas y hortalizas, ranas comestibles, trampas para peces, nueces de areca, cestos, y arcos y flechas de bambú.

El deporte/actividad más practicado por estas tierras es el tiro con arco (en sus competiciones los arqueros lanzan todas las flechas que pueden a un bloque de madera y los espectadores apuestan por los resultados, toda una fiesta).

Si les van las vistas panorámicas, les encantarán las vistas del valle del Brahmaputra en helicóptero desde el aeropuerto de Guwahati.

Sin embargo, los escoceses no fueron los que tuvieron más incluencia por estas tierras, sino los galeses, que conviertieron a los khasi al cristianismo (antes de la llegada de los extranjeros, adoraban a una figura materna ancestral en montones de rocas). No obstante, perviven aún tradiciones ancestrales de este pueblo, como la lealtad acérrima entre clanes y los sacrificios de gallos y cabras.

Es una tierra ésta que además tiene una imponente cantidad de megalitos, estando el mayor número de ellos en Nartiang, en los montes Jaintia, donde también se encuentra un antiguo templo durga en el que antaño se realizaban sacrificios humanos (las cabezas cortadas se dejaban caer por un conducto calizo secreto hasta un río subterráneo).

Y seguimos, porque las cascadas en Meghalaya son también imponentes. Las más importantes son las Nohkalikai Falls, que emergen de un barranco boscoso y caen unos 340 metros a lo largo de una pared rocosa; durante el monzón, el caudal de agua que se precipita al abismo es 20 veces mayor y el ruido resulta ensordecedor. Pueden verse desde un mirador ya que el acceso es complicado, pero posible si son aventureros.

Los khasi son un pueblo curioso (les recomiendo hacer una búsqueda acerca de ellos) y entre sus costumbres, dentro de su sociedad matriarcal, es de destacar la que más me llamó la atención, la creación de los impresionantes  "puentes vivos", tejidos con las raíces aéreas de enormes higueras de la jungla por generaciones de lugareños.

Varias de estas impresionantes maravillas naturales, incluido un puente de dos pisos, pueden visitarse en una complicada excursión por los senderos centenarios que usan los aldeanos que van a vender nueces de areca en Shillong.

Por último, destacar que aquí podrán encontrar la cueva más larga de India, Krem Liat Prah, que se extiende al menos 25 km bajo la cordillera Shnongrim. 

Un lugar para no olvidar...