Durante casi 900 años monjes budistas del norte de Japón dedicaron su vida a la oración a Buda, emprendiendo, cuando estaban cerca de su grandeza inmortal, un escalofriante ritual de suicidio mediante la momificación en vida, en lo que se conoce como Sokushinbutsu (convertirse en Buda estando vivo), algo reservado a unos pocos elegidos.
El ritual pretendía preservar su carne en un largo proceso de autodisciplina, convirtiéndose en un armazón, sin grasa, sin fuerzas, convirtiéndose en hueso y piel básicamente.
El proceso se hacía en 3 etapas de una duración de 1.000 días.
Los monjes, durante años, reducían las ingesta de alimentos, bebían un té venenoso y deshidrataban su cuerpo hasta casi la muerte, llevándoles a convertirse en momias en vida.
Tras ello eran llevados al templo Kaikoji en la región Sakata (Prefectura Yamagata) y venerados como dioses.
Curiosamente se descubrió que los órganos internos estaban prácticamente intactos sin métodos como en otras momias conocidas. Fue prohibido en 1909.
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madre mia......😳