También conocido como Templo colgante de Datong, está situado en el Monte Heng (en la provincia de Shanxi, al norte de China, a unos 350 kilómetros al oeste de Beijing).

Este monte es una de las 5 montañas sagradas del taoísmo, y se trata de un templo de madera construido en la mismísima  pared de roca y sostenido apenas por unos pilares de madera.

Construido originalmente alrededor del año 491 d.C. a unos 75 metros del suelo (dicen que por un sólo hombre, un monje llamado Liao Ran, con la intención de evitar inundaciones), se mantiene apuntalado por un corredor de rocas ocultas y vigas de madera insertadas en la montaña. Fue reconstruido durante las dinastías Ming (1368 -1644) y Qing (1644 -1911). 

Los edificios fueron restaurados allá por el año 1900, y tiene más de 40 salones, armarios y pabellones, conectados entre sí por pasillos, puentes y pasarelas. Están uniformemente distribuidos y sorprendentemente bien equilibrado en altura. Dentro de este templo hay casi un centenar de estatuas de bronce y de hierro fundido, estatuas esculpidas de barro y esculturas de piedra de diferentes dinastías.

Las 6 salas exteriores, unidas por estos corredores y puentes que quedan colgados en la roca, y que no dan mucha sensación de seguridad (pero ahí siguen), son las más espectaculares y las que justifican que este templo deba ser incluido en una ruta que pretenda hacerse por China.

Esta curiosidad arquitectónica, durante mucho tiempo fue de difícil acceso para los peregrinos chinos debido a su difícil ubicación, es sin embargo uno de los principales destinos a visitar en el área de Datong, ya que destaca no sólo por su ubicación en un precipicio, sino también porque contiene interesantes elementos budistas, taoístas y confucianos (aqui pueden encontrarse figuras del propio Confucio, Lao Tse (fundador del taoísmo) o del Buda Sakyamuni, Sidarta Gautama (el fundador del budismo).