Monumento Histórico Artístico Nacional y antiguo bastión musulmán hasta el año 1089 d.C. tras su conquista por parte de Sancho Ramírez, esta joya aragonesa, situada en la población de Monzón, provincia de Huesca (España), y que descansa sobre dura roca, fue, desde el año 1143 d.C. sede de la principal encomienda templaria de la Corona de Aragón. Además en este lugar se educó Jaime I el Conquistador.

Recomiendo visitar el lugar no sólo porque me gusta la temática y la historia de los Templarios, sino porque en sí mismo es un lugar interesante para visitar, ya que tiene una torre de edificación musulmana (último refugio de los defensores de la fortaleza), capilla propia, caballerizas y dependecias de estilo románico, así como intrincadas galerías subterráneas y defensas artilleras.

Personalmente, y por el motivo que ya he comentado, lo que más interesante me resultó fue el centro de interpretación dedicado a la Orden del Temple que tiene en su interior, que permite al visitante conocer mejor el mundo de estos monjes-guerreros de los que muchos seguro habrán oído hablar alguna vez.

Me contaron que el castillo tiene leyenda propia:

Se cuenta, que ciertas noches de primavera, a finales de mayo normalmente, se ve pasear por las estancias del castillo una figura blanca, se oyen gritos y fuertes golpes.

Muchos aseguran, que se trata del Comendador Fray Bartolomé de Belvís, el último Comendador del castillo, que rindió y entregó la fortaleza tras el asedio de Jaime II en el año 1309 d.C., que pasó entonces a manos de los hospitalarios, al ser suprimida la orden del Temple.

Dicen que Fray Bartolomé deambula vestido de blanco y que su rostro está ensangrentado, que grita y golpea las paredes del castillo, demostrando la gran injusticia cometida contra el Temple.

Pero no es la única leyenda. Hay más, como por ejemplo la de la cueva de las Brujas, situada a las afueras del Castillo, en el Cerro de Santa Criteria, pero esa es otra historia...

En fin quien sabe, el lugar ya les digo que es muy interesante!