Para mí ha sido toda una sorpresa descubrir que los nidos de pájaro son todo un manjar culinario en muchos países asiáticos, algo verdaderamente curioso, después de todo, ¿quién iba a pensar que un nido hecho con saliva de pájaro endurecida sería un manjar, un producto para el cuidado de la piel, curar enfermedades y un regalo popular en muchos países de Asia?.

Aunque resulta que los nidos comestibles pueden ser de distintas especies de pájaros, en Asia son habituales los de la familia de los vencejos (las salanganas), ya que estos pájaros tienen la curiosa particularidad de que no usan ramas y/o ramitas de árboles o plantas para construir sus nidos, al contrario de lo que hacen la mayoría de aves. En cambio, los construyen enteramente con su propia saliva.

El kg de estos nidos puede costar más de 2.500 $ si son blancos, y si son rojos, más de 7.000 $). Cocinar un cuenco de sopa de nido de pájaro con 9 grs de nido rojo de salanganas cuesta aprox. entre 66 y 80 $.

Pues bien, estos nidos se comen desde hace cientos de años y son especialmente valorados por sus beneficios nutricionales (además ocupan un lugar destacado en las festividades del Año Nuevo Lunar cada enero y febrero). Incluso los ingieren en la vejez cuando se padece alguna enfermedad, durante el embarazo o cuando se busca tener un poco de brillo facial. Es un producto relativamente fácil de encontrar en muchos países de Asia y su coste depende de la cantidad de nido de pájaro que contenga; o si tiene otros ingredientes, como colágeno, ginseng o bayas de goji.

Hay 2 leyendas que hablan de estos nidos. La primera cuenta que la realeza china, hace muchos muchos años, obsesionada con alcanzar la eterna juventud, envió expediciones a diferentes partes del mundo y descubrió estos nidos de pájaro en Indonesia. La otra historia, cuanta que un general, varado en una isla en el sudeste asiático con sus tropas y rodeado únicamente por nidos de salanganas, decidió hervirlos y comerlos, descubriendo a posteriori que el vigor de su tripulación había aumentado.

Los nidos de estos pájaros, las salanganas, en la naturaleza se encuentran en cuevas, protegidos de sus depredadores (de hecho los agricultores tienen que construir andamios para escalar paredes oscuras y húmedas para obtener sus cosechas de nidos, lo que años atrás y debido a la sobreexplotación llevó a estas a ves a una difícil situación, y se tuvieron que tomar medidas). Hoy en día, ante el aumento brutal de la demanda de estos nidos, se han construído en las casas para crear un entorno ideal para que las salanganas se reproduzcan (agujeros lo suficientemente pequeños como para permitir su entrada y la salida y que puedan crear los nidos).

En estas edificaciones creadas específicamente para las salanganas, los agricultores tienen que subir escaleras para obtener su cosecha, retirando suavemente cada nido de los techos y repisas donde las aves han construido sus casas. Luego tienen que limpiar los nidos y quitar las plumas y la suciedad antes de cocinarlos.

Por último, decir que el consumo de estos nidos no deja de ser algo controvertido. Es cierto que, en comparación con las prácticas de otras medicinas tradicionales chinas, como el cuerno de rinoceronte o la aleta de tiburón, en el caso del cultivo de nido de pájaro no es necesario matar a los pájaros. Lo que se hace es que, cuando las salanganas salen del edificio durante el día para buscar comida, los granjeros suben para medir, identificar y retirar los nidos maduros. No hay crías en estos nidos supuestamente, y las salanganas acaban por acostumbrarse a estas prácticas.

Sin embargo otros dicen que esto no es tan bonito como parece, y dicen que los granjeros de salanganas no esperan a que los polluelos abandonne el nido antes de cosecharlos, sino que, como prefieren que los nidos sean lo más frescos posible, a veces los recogen y arrojan los huevos o los polluelos al suelo.

Un tema controvertido a la vez que curioso, ¿qué les parece?