Hola a todos,

Si les menciono el nombre de Harland D. Sanders quizá a muchos no les suene de nada. Sin embargo, si les digo Coronel Sanders y KFC (Kentucky Fried Chicken) ya les sonará más...Su historia es una historia de constancia y de éxito a una edad ya avanzada que puede, espero, motivar a muchas personas a perseguir sus sueños.

Sanders nació en 1890 en Henryville, Indiana (EEUU). Cuando tenía seis años, su padre falleció dejando a Sanders a cargo de la cocina y el cuidado de sus hermanos. En séptimo grado, abandonó la escuela y se fue de casa para trabajar como peón. 

A los 16 falseó su edad para alistarse en el ejército de los Estados Unidos. Después de ser dado de baja honorablemente un año después, el ferrocarril lo contrató como obrero. Sin embargo, lo despidieron por pelear con un compañero de trabajo. Mientras trabajaba para el ferrocarril, estudió leyes, hasta que arruinó su carrera legal al meterse en otra pelea. Sanders se vio obligado a volver a vivir con su madre y conseguir un trabajo vendiendo seguros de vida. ¿Y adivina qué? Lo despidieron por insubordinación. Pero este tipo no se daría por vencido.

En 1920, fundó una empresa de transbordadores. Más tarde, trató de sacar provecho de su negocio de transbordadores para crear una empresa de fabricación de lámparas y descubrió que otra empresa ya había vendido una versión mejor de su lámpara.

No fue hasta los 40 años que comenzó a vender platos de pollo en una estación de servicio. Cuando comenzó a anunciar su comida, una discusión con un competidor resultó en un tiroteo mortal. Cuatro años después, compró un motel que se quemó hasta los cimientos junto con su restaurante. Sin embargo, este hombre lo reconstruyó y dirigió hasta que la Segunda Guerra Mundial lo obligó a cerrarlo.

Después de la guerra, trató de franquiciar su restaurante. Su receta fue rechazada más de 1.000 veces antes de que alguien se fijara en ella. La "receta secreta" de Sander se acuñó como "Kentucky Fried Chicken" y rápidamente se convirtió en un éxito. Sin embargo, el próspero restaurante quedó paralizado cuando se abrió una interestatal cerca, por lo que Sanders lo vendió y persiguió su sueño de difundir las franquicias de KFC y contratar  trabajadores de KFC  en todo el país.

Después de años de fracasos y desgracias, Sanders finalmente tuvo éxito. KFC se expandió internacionalmente y vendió la empresa por dos millones de dólares (15,3 millones de dólares al cambio actual). Incluso hoy, Sanders sigue siendo central en la marca de KFC y su rostro todavía aparece en su logotipo. Su barba de chivo, su traje blanco y su corbata de hilo occidental continúan simbolizando el delicioso pollo frito en todo el mundo.

A los 90 años, Sanders falleció de neumonía. En ese momento, había alrededor de 6.000 restaurantes de KFC en 48 países. Para 2013, había un estimado de 18,000 restaurantes de KFC en 118 países.

Así que, si se sienten abrumados por el rechazo o desalentados por los contratiempos, recuerden la historia del coronel Harland Sanders. Despedido de múltiples trabajos, arruinada su carrera legal, arruinado por la Gran Depresión, los incendios y la Segunda Guerra Mundial, aun así creó finalmente una de las cadenas de comida rápida más grandes y exitosas del mundo. Sanders no dejó que nada ni nadie lo derrotara. Todos deberíamos ser más como el Coronel Sanders (bueno, no en todo, en lo de las peleas no, jaja).