Si hay un tema que despierta pasiones (y controversia) es sin duda el de los muchos casos de objetos voladores extraños que multitud de pilotos, tanto civiles como militares, han observado durante décadas y a los que aún, a día de hoy, no se les ha dado una explicación clara (por supuesto, algunos tienen una perfecta explicación, pero otros arrojan muchas dudas).

Esta caso concretamente me llamó mucho la atención cuando lo leí en su momento, y es el caso de unos pilotos de aviones caza F/A-18 Super Hornet de la Marina de los EEUU, concretamente de la unidad "Red Rippers" VFA-11 del portaaviones Theodore Roosevelt , que hace unos años empezaron a ver objetos extraños surcando los cielos (incluso a nivel del mar) depués de la actualización de los sistemas de radar.

Estuvieron viéndolos, según parece, casi diariamente entre los años 2014 y 2015, sobre los cielos de la costa este de los EEUU. Estos pilotos contaron a sus superiores que estos objetos aparentemente no tenían ningún motor visible ni expulsaban gases de escape por el sensor infrarrojo, pero ahí los vieron, a altitudes de más de 9.000 m y a increíbles velocidades, o no, porque también describieron cómo permanecían a ratos "suspendidos" para luego volver a arrancar a velocidades supersónicas.

De hecho, en algunas ocasiones estos pilotos han estado a punto de chocar con estos objetos.

No se trata de si son objetos extraterrestres o no, se trata de saber qué son, porque es obvio que cuando esta gente, que se pasa la vida surcando los cielos en entrenamientos y maniobras, cuando no en conflictos bélicos, no tiene ni idea de qué son esas cosas, es que algo normal no parece que sea. 

La Marina norteamercana los llama “fenómenos aéreos no explicados” u ovnis.

Parece que este tipo de cosas en su momento fueron encomendadas al programa del Pentágono conocido como "Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales". Este programa, que se inició en 2007 y que se canceló en 2012, parece ser que ha dejado algunas cuestiones en el aire, que permanecen como clasificadas.

Hay muchas explicaciones posibles según las autoridades, como fallos en el sistema del radar, efectos atmosféricos, reflejos, algún programa de drones clasificado e incluso algunos lo achacan al propio estado fiísico de los pilotos debido al alto nivel de exigencia que requiere volar a esas velocidades (nadie habla abiertamente de otras opciones, como la extraterrestre, aunque ahí están...).

Lo cierto es que, sean lo que sean, lo que queda claro es que, para los pilotos, que no especulan, al menos en público, lo más llamativo de estos objetos (teorías conspiranoicas aparte) es su capacidad de acelerar a velocidades supersónicas, parando después en seco o haciendo virajes o cambios de dirección instantáneos, algo que, según sus propias experiencias y declaraciones, está fuera de las capacidades físicas para una tripulación humana...¿qué serán pues? quién sabe...