Les hablo de un fenómeno que conocí el otro día, y que se da en la isla de Ré (Francia).

Situada frente a la costa occidental francesa, en el mar Cantábrico, está conectada al territorio continental por un puente de casi 3 km, inaugurado en el año 1988, y es bastante turística y con actividad salinera. Tiene 30 km de longitud y 5 km de ancho, y es prácticamente llana.

Esta isla tiene una historia curiosa (en su momento, en la zona del "Faro de las Ballenas", podían verse muchos de estos animales, además fue objeto de disputas en ingleses y franceses, los alemanes instalaron búnkeres aquí como parte de su "Muro Atlántico" que aún pueden verse, e incluso fue prisión hace 4 siglos). Es interesante además porque en ella se da un fenómeno muy curioso, y por lo visto también muy peligroso, las olas senoidales.

La explicación, parece ser, es que estas olas tienen amplitud constante y períodos de longitud y onda bien definidos, osea, son olas regulares que adoptan una forma cuadrada, como consecuencia del choque entre dos mares de fondo oblicuos entre sí.

Estos mares de fondo se originan a kilómetros de profundidad y, junto con otros factores como el viento p.e., hacen que el oleaje recorra largas distancias, adoptando la superficie marina esta inceíble formación cuadricular.