No cabe duda de que para muchas personas, especialmente en lo que llamamos "primer mundo", el tema de comer gusanos u orugas directamente genera un evidente rechazo, pero para muchas personas en otros lugares no sólo no lo es, sino que es algo muy típico y normal, especialmente en el caso de las Mopane.

Estas orugas, altamente nutritivas, son algo habitual en la gastronomía del sur de África, especialmente en Zimbabwe. Disponibles en la mayoría de los supermercados y también en puestos callejeros, han sido tradicionalmente (y son incluso a dia de hoy) una buena fuente de proteínas, sodio, calcio, hierro, magnesio, etc, en todo el sur del continente africano.

El bicho en sí es una oruga más bien grande, de la especie Gonimbrasia belina, más comúnmente conocida como "la polilla del Emperador" y se le dice oruga Mopane porque se alimenta de las hojas de los árboles mopane después de que nace durante el verano, pudiéndosele encontrar sólo en los países del sur de África.

Parece ser que la utilización de estas orugas como alimento se remonta, según hallazgos arqueológicos, a más de 6.000 años atrás, y ya los primeros exploradores y más tarde pobladores del sur de África, allá por el siglo XIX, documentaron la recolección y el consumo de estas orugas, considerándola una práctica repugnante.

Sin embargo, la importancia de estas orugas va mucho más allá. Según la FAO, son un recurso forestal importantísimo de las comunidades y países del sur de África (especialmente en el sur de Zimbabwe, Botswana y norte de Sudáfrica) moviendo además grandes cantidades de dinero. Según estimaciones, se cosechan aproximadamente 9.500 millones de larvas de mopane en entorno a 20.000 kilómetros cuadrados de bosques mopanos del sur de África por un valor de cerca de 85 millones de dólares, de los cuales aproximadamente el 40% se destina a productores, que son principalmente mujeres de zonas rurales más pobres, por lo que es muy importante para muchas personas sin otros recursos.

Pero, ¿cómo se comen?, pues no tiene mucho misterio, se cosechan durante la temporada de lluvias, luego se limpian,  se hierven en agua con sal, se secan al sol y más tarde se ponen a disposición del público para su consumo durante todo el año. Se pueden comer secos y crujientes a modo de aperitivo, en guiso, o se pueden mojar en salsa o agregarlos a las gachas de maíz, un alimento básico en Zimbabwe, aunque mucha gente los prefieren fritos.

¿Una oruguita de aperitivo?