No vengas a esta fría noche
de escarchas llenas
al refugio de mi cuerpo
encandilado de recuerdos
a llenar de reproches
mi calma de amores callados
no vengas esta noche
con tu carga de futuros truncados
de desgracias evitables
en esta noche
déjame disfrutar de un vino solitario
mi corazón está lleno de ternuras inesperadas
de fantasías renacientes
y tú fantasma belicoso
deja en la puerta tus armas insultantes
y si tienes la osadía de la paz
comparte el vino generoso
que espera por tus labios húmedos
como yo lo hago
hace una eternidad indecible.