Ubicado en la isla de Santo Tomé, en Santo Tomé y Príncipe, un diminuto país africano formado por varias islas en el golfo de Guinea, es uno de los paisajes volcánicos más curiosos del mundo.
Nos recuerda un poco, de hecho, a aquella película, "Encuentros en la 3º Fase", con aquella Torre del Diablo, en Wyoming, Estados Unidos (386 m).
Este cuello volcánico destaca de forma impresionante sobre el resto del paisaje, elevándose por encima de los 300 m, y su cima permanece a menudo oculta por la niebla y/o las nubes, por lo que además, es difícil de fotografiar y mucho más escalarlo, ya que tiene una superficie muy resbaladiza (zona muy húmeda u lluviosa).
Se encuentra dentro del Parque Nacional Obo, conocido precisamente por sus selvas densas tropicales de gran interés en términos biológicos...
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