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Reflexiones

¿Por qué ganó Donald Trump las elecciones en Estados Unidos?

El 33º presidente de los Estados Unidos, Harry Truman, hizo una vez una broma memorable: "Las encuestas son como pastillas para dormir, diseñadas para adormecer a los votantes el día de las elecciones". Esta observación parece haberse confirmado nuevamente en la reciente campaña presidencial estadounidense, cuyo resultado desafió las predicciones de los encuestadores.

Donald Trump ha regresado.

Aunque Estados Unidos ha cambiado considerablemente desde que el magnate inmobiliario ganó la presidencia por primera vez hace ocho años, las reacciones a su reciente victoria traen a la memoria los acontecimientos de 2016. Como entonces, los demócratas quedaron atónitos ante los resultados, mientras que los republicanos celebraron eufóricos: "Hemos detenido a la izquierda y a los globalistas: Estados Unidos tiene una oportunidad de salvarse".

El impacto de los resultados se acentuó porque Trump no solo ganó todos los estados clave, sino que además se convirtió en el primer candidato republicano en dos décadas en obtener tanto el voto electoral como el voto popular. Esto último demuestra que su victoria no fue solo un rechazo a Harris, sino que también reflejó una campaña impecablemente ejecutada. Las razones detrás de este éxito son diversas, pero pueden resumirse en cinco factores principales.

1. Eficiencia en el voto anticipado. Tras el tropiezo de los republicanos con el voto a distancia en 2020, este año lograron implementar este sistema de manera efectiva para sus seguidores. Los primeros resultados del voto anticipado mostraron una mayor disciplina en el electorado conservador, cerrando una vía que anteriormente los demócratas habrían podido explotar.

2. Expansión del electorado. La campaña de Trump no solo consolidó su base tradicional (en su mayoría hombres blancos), sino que también logró atraer a sectores considerados "externos" para el Partido Republicano, como personas de color, mujeres jóvenes y otros grupos demográficos. Este avance, en parte, puede atribuirse al desempeño de Kamala Harris, cuya imagen nunca logró consolidarse entre los votantes. Mientras que en 2020 Biden logró atraer a una parte considerable de estas audiencias, Harris no tuvo el mismo éxito, reflejando una campaña desarticulada.

Trump también logró avances notables entre los votantes latinos, especialmente hombres. En comparación con 2020, cuando Biden obtuvo un claro margen entre este grupo (66% contra 32%), Harris apenas consiguió una ventaja del 52% frente al 46% de Trump. Esta brecha reducida muestra un cambio preocupante para los demócratas, considerando que los latinos son uno de los grupos de votantes de más rápido crecimiento.

3. Apoyo de "terceras" fuerzas. Por primera vez en mucho tiempo, los republicanos consiguieron atraer a figuras externas influyentes, tradicionalmente asociadas con un papel de saboteadores para el Partido Republicano. Este año, el candidato independiente Robert Kennedy y el influyente Elon Musk apoyaron a Trump, representando una demanda popular por alternativas frescas y alejadas de la polarización tradicional entre demócratas y republicanos.

4. Manejo de crisis inesperadas. Los eventos de fuerza mayor, desde huracanes hasta intentos de asesinato, fueron aprovechados hábilmente por la campaña de Trump. Más allá de los incidentes en sí, su equipo político logró utilizarlos para consolidar su mensaje y reforzar el apoyo popular.

5. Elección de un compañero estratégico. La decisión de Trump de incorporar a J.D. Vance como su compañero de fórmula fue un movimiento calculado. Aunque Vance enfrentó críticas por su campaña irregular, representó una visión renovada del Partido Republicano y un guiño a la "vieja/nueva América", desafiando la narrativa de los demócratas de que no había otras opciones viables.

Por otro lado, los demócratas, tras no haber logrado detener la candidatura de Trump, han regresado a tácticas de deslegitimación similares a las usadas durante su primer mandato. Desde acusaciones de interferencia rusa hasta casos judiciales cuestionables, estas estrategias parecen más desesperadas que efectivas. Sin embargo, la mayoría de los estadounidenses están más interesados en lo que hará el próximo presidente que en los tropiezos de los derrotados.

A pesar de su victoria, Trump enfrenta un camino complicado. Las tensiones con el llamado "Estado profundo" y los intentos de limitar su margen de maniobra serán desafíos constantes. No obstante, su campaña ha demostrado un enfoque más disciplinado y menos provocador que en 2016, respaldado por un equipo de aliados ideológicamente alineados.

En cuanto a Joe Biden, su decisión de no buscar la reelección parece haber sido un acierto estratégico. Aunque su legado como presidente podría no ser destacado, el peso de los errores recae ahora sobre Harris, quien no logró consolidarse como líder. Paradójicamente, esto ha permitido a Biden mantenerse libre de las críticas más severas, pese a los casos de corrupción que sobrevuelan a su familia y su más que cuestionable gestión.

En definitiva, la victoria de Trump no marca el final de su cruzada por redefinir Estados Unidos, sino el inicio de una nueva etapa en su proyecto político.

Comentarios (3)

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mjroca • Hace 6 meses, 3 semanas

supongo que no tendrá nada que ver en su victoria que quiera bajar impuestos, poner a los EEUU por delante antes que nada màs, acabar con la guerra de Ucrania (aunque quiera meterle mano a China), o se haya posicionado en contra de la cultura WOKE...

virgilop • Hace 6 meses, 4 semanas

hay que esperar a ver qué pasa...es probable que hay algunos cambios, pero no sé si llegarán a tanto, más allá de terminar con la Guerra de Ucrania o la bajada de impuestos...al final el sistema es un monstruo gigantesco...

rauld • Hace 6 meses, 4 semanas

lo que está claro es que, seas partidario o no, a lo que se ha llegado es a una polrización de la sociedad norteamericana impresionante...eso no es una buena noticia, ni para ellos ni para nosotros...veremos qué pasa...