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¿Por qué se cambia la hora periódicamente?

¿Por qué se cambia la hora periódicamente?

El cambio de hora es una práctica que, aunque hoy en día genera controversias, está profundamente arraigada en las costumbres de varias naciones. Esta medida tiene un impacto directo en múltiples áreas de la vida cotidiana, desde la salud y el bienestar hasta la economía y el medio ambiente. Pero, ¿por qué se cambia la hora periódicamente?. Vamos a ver sus beneficios y desventajas, los efectos en la vida diaria, y cuál es el futuro de esta medida en el siglo XXI.

Historia del cambio de hora: desde Franklin hasta la actualidad

La primera mención de aprovechar la luz solar para ahorrar energía provino de Benjamin Franklin, en una carta satírica publicada en 1784. En aquel entonces, Franklin sugirió que si las personas se levantaran más temprano en verano, podrían aprovechar mejor la luz del sol y ahorrar el consumo de velas. Si bien su idea no tuvo gran acogida en su tiempo, estableció las bases de lo que luego se conocería como el horario de verano.

No fue hasta la Primera Guerra Mundial que la idea de Franklin fue retomada, esta vez con un propósito serio: reducir el consumo de carbón para iluminar y calentar los hogares. En 1916, Alemania y Austria fueron los primeros países en instaurar el cambio de hora, adelantando una hora sus relojes durante el verano. El objetivo era maximizar el uso de la luz solar y ahorrar energía para el esfuerzo bélico.

Rápidamente, otras naciones siguieron el ejemplo, incluyendo el Reino Unido y Estados Unidos. En 1918, este último implementó el Standard Time Act, estableciendo el horario de verano por primera vez en su historia. Sin embargo, la medida fue vista como impopular entre algunos sectores de la sociedad, y fue abolida después de la guerra, solo para reinstaurarse durante la Segunda Guerra Mundial, cuando nuevamente se buscaba ahorrar recursos.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el uso del horario de verano varió de país en país, y algunas regiones lo abandonaron por completo. Sin embargo, durante la crisis energética de los años 70, provocada por el embargo petrolero de la OPEP, muchos países volvieron a adoptar la medida para reducir el uso de energía.

Desde entonces, el cambio de hora se ha mantenido como una práctica común en muchas partes del mundo, aunque con variaciones en la fecha y duración. En la Unión Europea, el horario de verano se estandarizó en 1996, fijando las fechas de inicio y fin. En Estados Unidos, el Energy Policy Act de 2005 extendió el período de horario de verano desde el segundo domingo de marzo hasta el primer domingo de noviembre.

¿Cómo afecta el cambio de hora en la actualidad?

Uno de los efectos más discutidos del cambio de hora es su impacto en la salud humana, especialmente en relación con el ritmo circadiano, el reloj interno que regula los ciclos de sueño y vigilia. El cuerpo humano se adapta a los patrones naturales de luz y oscuridad, y cualquier cambio repentino en estos ritmos puede provocar desajustes temporales en la fisiología y el comportamiento.

El cambio de hora, en particular el ajuste en primavera (cuando se adelantan los relojes una hora), puede generar alteraciones en los patrones de sueño según algunos. Al perder una hora de sueño, muchas personas experimentan fatiga, irritabilidad y dificultades para concentrarse. Incluso puede haber un aumento temporal de insomnio o dificultades para dormir en los días posteriores al cambio.

Numerosos estudios han demostrado (aunque como siempre en estas cosas hay que ser muy precavidos para no sacar conclusiones precipitadas) que el cambio de hora puede tener un impacto negativo en la salud cardiovascular. Algunas investigaciones sugieren que el riesgo de sufrir un ataque cardíaco puede aumentar ligeramente en los días posteriores al cambio de hora en primavera, debido al desajuste en el sueño y el estrés que este provoca en el cuerpo.

El cambio de hora también puede influir, dicen algunos, en el estado de ánimo de las personas. El desajuste del reloj biológico puede causar cambios en los niveles de hormonas como el cortisol y la melatonina, lo que a su vez afecta el bienestar emocional. Se ha observado un aumento en la tasa de trastornos del estado de ánimo, como la depresión y la ansiedad, en los días posteriores al ajuste de primavera.

Ahorro energético: ¿sigue siendo válido el argumento?

El argumento original detrás del cambio de hora, es decir, el ahorro de energía, ha sido cuestionado en las últimas décadas. A medida que la tecnología ha avanzado, los patrones de consumo energético han cambiado significativamente, lo que ha llevado a algunos estudios a mostrar que el ahorro energético es menor de lo esperado o incluso inexistente en algunas regiones.

El cambio de hora fue diseñado en un momento en que la iluminación constituía una gran parte del consumo energético en los hogares. Sin embargo, hoy en día, el uso de energía para la iluminación ha disminuido, debido a la adopción generalizada de bombillas de bajo consumo y tecnologías LED. En cambio, los sistemas de calefacción y aire acondicionado, que representan una mayor proporción del consumo energético actual, no se ven tan afectados por el cambio de hora.

En algunos casos, el horario de verano puede incluso provocar un aumento en el consumo de energía, ya que en las tardes más cálidas de verano, las personas tienden a usar más aire acondicionado, lo que contrarresta cualquier ahorro energético relacionado con la iluminación.

Beneficios sociales y económicos del cambio de hora

A pesar de la controversia, el cambio de hora sigue teniendo ciertos beneficios sociales y económicos. La mayor duración de la luz solar en las tardes durante el horario de verano puede fomentar el turismo, el comercio y las actividades recreativas al aire libre.

Diversos estudios han sugerido que el horario de verano estimula el comercio y la economía, ya que las personas tienen más horas de luz para realizar actividades sociales y económicas. Esto puede beneficiar especialmente a sectores como el turismo, la hostelería y el comercio minorista, que experimentan un aumento en el consumo cuando las personas salen más por las tardes.

Desde una perspectiva social, el horario de verano puede fomentar un estilo de vida más activo, ya que las personas tienen más oportunidades para hacer ejercicio al aire libre, como caminar, correr o andar en bicicleta. La mayor exposición a la luz natural también está asociada con una mejor salud mental, ya que la luz solar estimula la producción de serotonina, una hormona relacionada con el bienestar emocional.

Desventajas y críticas al cambio de hora

A pesar de los beneficios percibidos, el cambio de hora tiene varias desventajas, y el debate sobre si mantener esta práctica o no ha ganado fuerza en los últimos años.

El cambio de hora puede ser confuso, especialmente en áreas donde no es adoptado de manera uniforme. En países que tienen múltiples zonas horarias, o en regiones fronterizas, la coordinación de horarios de transporte, negocios y comunicaciones puede complicarse.

El ajuste de los relojes también afecta la sincronización de sistemas electrónicos y puede generar inconvenientes en la planificación de vuelos, trenes y otros transportes, así como en actividades empresariales que dependen de horarios estrictos. Algunas plataformas tecnológicas o empresas globales enfrentan dificultades para adaptar sus sistemas al cambio de hora.

¿Cuál es el futuro del cambio de hora?

En los últimos años, ha habido un movimiento creciente para eliminar el cambio de hora en varias regiones.

En 2018, la Comisión Europea propuso eliminar el cambio de hora estacional después de una consulta pública en la que el 84% de los participantes votaron a favor de mantener un solo horario durante todo el año. Sin embargo, la implementación de esta medida se ha retrasado, y los países de la UE todavía están decidiendo si quieren mantener el horario de verano o el horario estándar permanentemente.

En Estados Unidos, varios estados, incluidos California y Florida, han impulsado legislaciones para mantener el horario de verano de forma permanente. Sin embargo, cualquier cambio requiere la aprobación del Congreso, y hasta ahora, no se ha implementado a nivel nacional.

Algunos países, como Argentina, Rusia y Japón, han eliminado el cambio de hora debido a los efectos negativos que tiene en la salud y la falta de evidencia de ahorros energéticos significativos. Otros, como China y la India, nunca han adoptado esta práctica de manera regular.

Comentarios (1)

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eleperez • Hace 8 meses, 4 semanas

no conocia la historia, muy interesante @monica 🙂