Este es un tema de lo más interesante, al menso para mi, ¿se lo han preguntado alguna vez?

Según un artículo del Dr. Michael Breus que he leído en https://thesleepdoctor.com/, al parecer las pesadillas son sueños que contienen temas angustiantes de miedo, culpa y ansiedad. Aunque las pesadillas y los malos sueños pueden parecer lo mismo, solo las pesadillas hacen que el durmiente se despierte. Es común despertarse de una pesadilla recordando los detalles del sueño y aún sintiéndose angustiado.

Tener pesadillas ocasionales es común. Las pesadillas frecuentes, por el contrario, son menos comunes y solo del 4 al 10 % de las personas reportan tener una o más pesadillas cada semana. Las pesadillas son más comunes en mujeres, niños y personas diagnosticadas con una variedad de condiciones de salud mental.

No hay consenso sobre por qué las personas tienen pesadillas. Los investigadores sugieren que estos sueños angustiosos ocurren cuando el cuerpo intenta integrar recuerdos, regular el estado de ánimo y procesar experiencias de vigilia. Algunos investigadores plantean la hipótesis de que las pesadillas son una expresión intensa de estos procesos normales, mientras que otros plantean la hipótesis de que las pesadillas representan una ruptura de los procesos normales.

Aunque muchas pesadillas son idiopáticas, lo que significa que no tienen una causa conocida, la investigación ha identificado varios desencadenantes de pesadillas. Aprender sobre los desencadenantes de las pesadillas, así como sobre las condiciones de salud en las que las pesadillas son un síntoma común, es útil para cualquiera que busque reducir la frecuencia de estos sueños aterradores.

POSIBLES DESENCADENANTES

Estrés

Las pesadillas son más frecuentes durante los períodos de estrés y las grandes transiciones de la vida. La investigación ha demostrado que el contenido de los sueños a menudo refleja fuentes de estrés durante el día. Si bien esto puede ser inquietante al principio, algunos investigadores sugieren que las pesadillas en realidad pueden ayudar a aliviar el estrés. Estos investigadores sugieren que muchas pesadillas representan el intento del cuerpo de hacer frente positivamente a los factores estresantes diurnos.

Condiciones de salud mental

Las pesadillas están asociadas con una gran variedad de condiciones de salud mental, que incluyen depresión, trastorno de ansiedad general, trastorno bipolar, esquizofrenia y trastorno de estrés postraumático (TEPT). Las pesadillas son un síntoma característico del TEPT y afectan hasta a más de 70% de las personas con esta afección. Para muchas personas con PTSD, las pesadillas implican revivir dolorosamente experiencias traumáticas y, a menudo, contienen temas de impotencia y falta de control.

Medicamentos y Suplementos

Ciertos medicamentos están asociados con un mayor riesgo de generar pesadillas. Los medicamentos relacionados con las pesadillas incluyen antidepresivos, narcóticos y barbitúricos. Suspender o retirar algunos medicamentos también puede provocar pesadillas.

Numerosos medicamentos, incluidos los barbitúricos y las benzodiazepinas, reducen la cantidad de sueño REM profundo que una persona obtiene cada noche. Cuando alguien deja de tomar estos medicamentos, el cuerpo puede experimentar lo que se llama un "rebote REM". Durante un rebote REM, el cuerpo intenta recuperar el sueño REM perdido. Debido a que la mayoría de las pesadillas ocurren durante el sueño REM, las personas que experimentan un rebote REM tienen un mayor riesgo de tener pesadillas y sueños vívidos.

La melatonina es una hormona que promueve el sueño producida naturalmente por el cuerpo. Muchas personas también toman melatonina como una ayuda para dormir de venta libre. Si bien algunas personas informaron tener pesadillas después de tomar suplementos de melatonina, hay poca investigación que analice este posible efecto secundario. Una posible explicación es que se ha demostrado que los suplementos de melatonina aumentan el sueño REM, lo que significa que cada noche hay más oportunidades para tener pesadillas y otros sueños vívidos.

Trastornos del sueño

Varios trastornos del sueño están asociados con un mayor riesgo de pesadillas, incluidos el insomnio, la apnea obstructuva del sueño, los trastornos del movimiento relacionados con el sueño y la narcolepsia. Se reportan pesadillas en alrededor del 17% de las personas con insomnio crónico y en el 33% de las personas diagnosticadas con narcolepsia.

Cuando las pesadillas recurrentes interfieren con la capacidad de una persona para funcionar durante el día, pueden diagnosticarse como trastorno de pesadillas. El trastorno de pesadillas es un tipo de transtorno del sueño llamado parasomnia. Los terrores nocturnos son otro tipo de parasomnia que involucran pesadillas. Las personas que experimentan un terror nocturno pueden mover el cuerpo y mostrar signos de pánico durante el sueño, como patear, agitarse o incluso gritar.

Comer antes de acostarse

Comer demasiado cerca de la hora de acostarse puede aumentar el riesgo de tener pesadillas. En un estudio, el 9,5% de las personas informaron que comer tarde afecta el contenido de sus sueños. No está claro si la comida en sí provoca pesadillas o si hay algo más que explique esta relación.

Consejos para reducir las pesadillas

Comprender la causa de las pesadillas es un paso importante para reducir su frecuencia. Si bien los malos sueños ocasionales son inevitables, varias estrategias pueden ser útiles para reducir las pesadillas más frecuentes:

• Reducir el estrés: Disminuir el estrés y la preocupación puede ser la forma más efectiva de reducir las pesadillas. Encontrar formas de lidiar con el estrés, como hacer ejercicio con regularidad, dedicarse a pasatiempos y tomarse un tiempo para relajarse, puede ser un buen punto de partida.
• Expresarse: aunque puede ser tentador ignorar el estrés, las investigaciones sugieren que reprimir los pensamientos puede aumentar la frecuencia de las pesadillas. En lugar de ignorar los pensamientos o sueños preocupantes, trate de encontrar una forma de expresarlos. Considerar comenzar a hablar con un amigo o crear una obra de arte que permita a nuestro cerebro oportunidades para procesar la experiencia es una opción.
• Mantener un horario de sueño regular: la rutina y el sueño de calidad van de la mano. Mejorar la higiene del sueño creando una rutina que promueva el sueño es buena idea. Uno de los aspectos más importantes de una buena higiene del sueño es dormir a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Incluso puede considerarse hacer algunas mejoras en el dormitorio para dormir mejor.
• Obtener apoyo para el PTSD: si se experimentan pesadillas regulares relacionadas con un trauma, o si hemos sido diagnosticados con PTSD, es vital obtener apoyo. El tratamiento para veteranos y civiles puede ayudar con los síntomas del PTSD y reducir las pesadillas. Incluso los seres queridos o cónyuges podrían beneficiarse del apoyo.
• Evitar las comidas antes de acostarse: aunque la ciencia que estudia los alimentos y el sueño está lejos de ser cierta, muchos profesionales sugieren evitar las comidas copiosas antes de acostarse. En su lugar, cenar unas horas antes de acostarse.

Lo más importante es no tener miedo a pedir ayuda si se tienen pesadillas. Es importante hablar con un profesional de la salud si las pesadillas ocurren más de una vez por semana o si afectan a nuestro estado de ánimo y nuestras actividades diurnas. Hay varios tratamientos disponibles para las pesadillas recurrentes, así que no hay que sufrir en silencio.