El Muro de las Lamentaciones, también conocido como Kotel en hebreo, es mucho más que un simple muro de piedra en Jerusalén. Es un símbolo sagrado y perdurable de la historia judía, remontándose a la época del Primer Templo de Jerusalén, erigido entre los años 970 y 930 a.C. Este muro forma parte de la muralla occidental que resistió la destrucción del Segundo Templo, alrededor de año 70 d.C.
El Monte del Templo, también conocido como Monte Moriá, es el lugar donde la tradición bíblica relata que Abraham intentó sacrificar a su hijo Isaac, y donde Jacob soñó con la escalera que llegaba al cielo. Estas conexiones con las historias bíblicas otorgan al Muro de las Lamentaciones una profundidad espiritual única.
El año 70 d.C. marcó un punto crucial en la historia de Jerusalén cuando las tropas romanas de Tito destruyeron el Segundo Templo y redujeron la ciudad a ruinas. Fue un momento que marcó un antes y un después en la historia de Jerusalén. Aunque la idea de Tito era dejar en pie el muro occidental para recordar la victoria de Roma sobre Judea, con el objetivo de que el pueblo judío tuviese presente lo que ocurriría si volvían a sublevarse contra Roma. Sin embargo, los judíos lo atribuyeron a la promesa de Dios de proteger una parte del templo que simbolizara su alianza con el pueblo.
El Muro de las Lamentaciones es considerado por muchos como un lugar de eterna santidad. Los sabios judíos profetizaron que la presencia divina nunca abandonaría este lugar, simbolizando la fortaleza y la supervivencia del pueblo judío a lo largo de los siglos. La denominación "Muro de los Pobres" evoca la creencia popular de que fue construido con gran esfuerzo por los menos privilegiados, quienes trabajaron incansablemente para erigirlo durante la construcción del Templo.
Este lugar es mucho más que una reliquia arquitectónica; es un símbolo vivo de la fe, la resistencia y la conexión espiritual del pueblo judío con su historia y su tierra. A lo largo de los siglos, ha sido testigo de tragedias y triunfos, pero su presencia perdurable continúa inspirando a generaciones de fieles en todo el mundo. Es un recordatorio de la promesa eterna de Dios y de la capacidad del pueblo judío para perseverar frente a la adversidad.
Hoy en día, se ha descubierto que el Muro de las Lamentaciones se extiende a lo largo de 488 metros, aunque solo un pequeño porcentaje, alrededor del 12% (60 metros), es visible para los visitantes. Gran parte de esta imponente estructura está enterrada bajo el bullicioso barrio musulmán de Jerusalén.
Además de la sección exterior del muro, los visitantes tienen la oportunidad de adentrarse en la fascinante Jerusalén subterránea. Aquí, túneles se extienden bajo tierra, ofreciendo una perspectiva única y reveladora de la historia y la arqueología que rodean el antiguo Templo.
Entre estos túneles del Muro de Jerusalén se encuentra una maravilla de la ingeniería antigua: una enorme piedra que se cree que es una de las más grandes utilizadas en la construcción de la zona. Esta impresionante pieza pesa alrededor de 500 toneladas y tiene más de 12 metros de largo y 3,4 metros de alto, dejando boquiabiertos a quienes tienen el privilegio de contemplarla.
un lugar con una gran historia....