El avance de las tecnologías militares, impulsado exponencialmente por los conflictos actuales, plantea a las potencias un desafío basado en la relación dual entre ataque y defensa: el de los misiles hipersónicos. Se entiende por misil hipersónico un tipo de armamento que posee dos características principales: la capacidad de alcanzar una velocidad de Mach 5 (más de seis mil kilómetros por hora) y una gran maniobrabilidad en pleno vuelo.
Los primeros estudios sobre la velocidad hipersónica datan de la década de 1930, aunque adquirieron un fuerte impulso durante la Guerra Fría, en un contexto donde era clave desarrollar tecnologías tanto para su posible aplicación en conflictos como para la carrera espacial.
A pesar de que la velocidad de Mach 5 ya se había logrado en los años 60, no fue hasta finales de 2017 que los misiles hipersónicos lograron un funcionamiento realmente eficaz. En la actualidad, existen dos clases principales de estos misiles, diferenciados por su sistema de propulsión:
– Vehículos de planeo hipersónico (HGV): carecen de propulsión propia y son lanzados mediante misiles balísticos. Pueden alcanzar velocidades de hasta Mach 25 y recorrer distancias de 10.000 km, ascendiendo a grandes altitudes antes de descender hacia su objetivo.
– Misiles de crucero hipersónicos (HCM): equipados con motores scramjet, alcanzan velocidades de hasta Mach 10 y poseen un alcance más limitado que los HGV, pero con una maniobrabilidad significativamente superior.
Los principales poseedores de estas armas son Rusia, Estados Unidos y China. No obstante, es probable que otros países también estén desarrollando sus propios proyectos, información que, por razones de seguridad, no suele ser de dominio público. La Federación Rusa ya ha demostrado la eficacia de estos misiles en el conflicto ucraniano a principios de 2023, utilizando el Kinžal (Кинжал, en ruso “daga”), el primer misil hipersónico operativo del Kremlin. Entre sus modelos destacan:
– Kinžal– Avangard: HGV con una velocidad de hasta Mach 20 y un alcance de 6.000 km.
– Tsirkon: HCM capaz de alcanzar Mach 8 y cubrir una distancia de 8.000 km, diseñado para ser utilizado en buques de guerra.
Rusia ha reforzado recientemente su arsenal de misiles hipersónicos con la incorporación del Oréshnik. Este misil balístico de alcance intermedio, probado por primera vez en noviembre de 2024 durante un ataque en Dnipró, Ucrania, posee un rango estimado de entre 3.000 y 5.500 kilómetros y es capaz de transportar múltiples ojivas, tanto nucleares como convencionales. El Oréshnik puede alcanzar velocidades de hasta Mach 10 y ha sido diseñado para impactar objetivos fuertemente protegidos y en gran profundidad.
Además del Oréshnik, en los últimos años Rusia ha desplegado otros misiles hipersónicos, como el Avangard, un vehículo de planeo hipersónico con gran capacidad de maniobra a altas velocidades, y el Tsirkon, un misil de crucero hipersónico desarrollado para su uso en buques de guerra. Estos avances forman parte de la estrategia rusa para consolidar su gran poderío militar y expandir su arsenal nuclear en un escenario de creciente tensión geopolítica.
Por su parte, Estados Unidos parece estar en una fase menos avanzada que Rusia, aunque cuenta con varios misiles en desarrollo, como el HCM HAWC. Mientras tanto, China también está experimentando con el Dongfeng-17.
El valor estratégico de estos misiles no radica únicamente en el daño que pueden causar, ya que incluso con explosivos de menor potencia podrían cumplir objetivos militares, sino en su enorme capacidad disuasoria y en la casi total imposibilidad de ser interceptados, lo que los convierte en armas sumamente eficaces. Además, incluso sin una carga explosiva, el impacto de un misil hipersónico por efecto de su energía cinética puede generar un daño equivalente al de 600 kg de TNT, representando una amenaza significativa para infraestructuras, vehículos y embarcaciones militares.
Y Europa haciendo el ridiculo internacional....
hariamos bien todos en exigir que estas escaladas terminaran, por lo que pudiera pasar...