Es típico de la ciudad de Douarnenez, en la Bretaña francesa, y donde lo probé hace relativamente poco (su nombre está compuesto por las palabras bretonas “kouing”, que significa pastel o brioche y “amann” que quiere decir mantequilla).
Me encantó, jeje. Mi impresión fue que me estaba comiendo un croissant redondo y más compacto.
Tiene una textura tierna en el interior y crujiente en el exterior, y todo él es ligeramente hojaldrado. El aporte de mantequilla es muy superior a la carga de harina que lleva. Se dice que éste es el motivo de su nombre, ya que durante el siglo XIX hubo escasez de harina en Francia.
Sus orígenes no están claros, algunos apuntan a una salida a la escasez, otros a un accidente, otros a la influencia de marineros noruegos y daneses, incluso hay quien le da la autoría y fecha de creación a un pastelero bretón llamado Yves-René Scordia, quien dio con el kouign-amann en 1860.
Ahí dejo mi dulce recomendación culinaria si se acercan a la Bretaña francesa...
entre esto, los vinos y los quesos.....jajaja
😋😋😋