La reflexología es una terapia de salud no invasiva que busca promover la relajación profunda contribuyendo a reducir el estrés de la vida cotidiana, buscando mejorar la salud.

 Es una terapia táctil que se basa en la teoría de que diferentes puntos en los pies, pantorrillas, manos, cara u orejas se corresponden con diferentes áreas del cuerpo, y los reflexólogos trabajan estos puntos y áreas..

Parece que el arte de la reflexología se remonta al Antiguo Egipto, India y China, y no se introdujo en Occidente hasta que el Dr. William Fitzgerald desarrolló la "terapia de zona" a principios del siglo XX. Creía que las áreas reflejas de los pies y las manos estaban vinculadas a otras áreas y órganos del cuerpo dentro de la misma zona.

En la década de 1930, Eunice Ingham desarrolló aún más esta terapia de zona en lo que se conoció como reflexología. Su opinión fue que la congestión o tensión en cualquier parte del pie se refleja en la parte correspondiente del cuerpo.

La teoría de la reflexología es que todos los sistemas y órganos de todo el cuerpo se reflejan o reflejan en áreas periféricas más pequeñas, por ejemplo, los pies, las manos, las orejas y la cara.

En la década de 1920, los estudios de investigación sobre este concepto permitieron que se produjera el primer mapa del pie de reflexología occidental. Desde entonces, se han mapeado las demás áreas anatómicas que permiten aplicar este modelo en las manos, las orejas y la cara.

El reflexólogo simplemente trabaja esas áreas reflejadas con sus dedos sensibles, con el objetivo de devolver el equilibrio a esas áreas y, por lo tanto, ayudar al cuerpo a funcionar lo mejor que pueda.

Si bien hay pocos estudios científicos disponibles específicamente sobre cómo funciona la reflexología, hay estudios científicos que respaldan los posibles efectos positivos que se pueden lograr con el tacto. Sea como sea, lo que sí parece es que proporciona un entorno de relajación y tranquilidad al individuo.

La reflexología es una terapia que puede recibir cualquier persona a cualquier edad, desde bebés recién nacidos hasta aquellos que reciben atención al final de su vida. Sin embargo, ocasionalmente puede haber momentos en los que no sea adecuado proporcionar un tratamiento.

¡Ojo! la reflexología no debe utilizarse como una alternativa a la consulta médica.

Los reflexólogos bien entrenados no pretenden curar, diagnosticar o prescribir. La reflexología es un tratamiento muy individual que se adapta a cada persona, eso dicen, teniendo en cuenta los factores físicos y no físicos que pueden estar afectando su bienestar. Algunas personas encuentran que les funciona, otras no.

La teoría es que la reflexología ayuda al cuerpo a restablecer su equilibrio de forma natural. Por lo general, después de un tratamiento, la tensión acumulada puede reducirse y el individuo puede llegar a sentirse más relajado. También puede notar que duerme mejor y que su estado de ánimo y su sensación de bienestar mejoran.

Ha habido algunos proyectos de investigación positivos llevados a cabo con la reflexología; sin embargo, hasta el momento, no hay un cuerpo de evidencia lo suficientemente grande como para hacer afirmaciones clínicas de efectividad.

Con niveles cada vez mayores de estrés en la vida cotidiana moderna, la reflexología puede ser una de las formas de mitigarlo.