Lo vemos por todas partes a día de hoy, en el supermercado, en las tiendas, en los objetos que compramos...pero ¿te has preguntado cómo o de dónde salió?.

Antes de los códigos de barras, a la hora de vender productos, había que poner a mano los precios (de hecho en pequeñas tiendas aún, quizá hayas visto pequeñas pegatinas con el precio puesto).

Hoy en día en cualquier supermercado pasan los códigos por un lector que los lee rápidamente. Pueden proporcionar, además,  información sobre la rapidez con que un producto se vende y volver a pedir nuevas existencias.

Los inventaron los estudiantes de tecnología Bernard Silver y Norman Woodland, en 1949, aunque el sistema que se les ocurrió, con tinta que brillaba bajo luz ultravioleta, no era el que conoces hoy.

El sistema de código de barras que utilizamos actualmente fue mostrado por primera vez por IBM en 1973, sin embargo no se estandarizó hasta los 80. 

La primera compra mediante código de barras fue un pequeño paquete de goma de mascar de Wrigley’s Juicy Fruit en un supermercado en Troy, Ohio. (se exhibe hoy día en el Museo Nacional de Historia Americana del Smithsonian, en Washington DC).