El lazo que llevó a los romanos hasta Oriente a través de la Ruta de la Seda es un episodio de la historia muy poco conocido, pero ocurrió.

La llegada del Imperio romano a China en el año 166 de nuestra era es un acontecimiento apenas representado en la historia occidental, y, por si no lo sabías, es algo muy curioso, porque implica que el Imperio Romano llegó al otro lado del mundo mucho antes que Marco Polo, una información que no nos ha llegado a través de fuentes latinas sino de textos chinos.

Es justo decir que , por lo que sabemos, no fue algo puntual, ya que Roma y China estaban conectadas por el comercio a través de la Ruta de la Seda. Ésta era llamada por los romanos "Serica", y algo tan lujoso pronto suscitó mitos y leyendas.

En el año 166 de nuestra era, comerciantes del Imperio Romano lograron llegar a la Corte del emperador de China haciéndose pasar por embajadores. Lo hicieron con el fin de dedicarse al comercio de la seda y evitar a los intermediarios, según textos chinos.

Los intercambios entre China y el Imperio romano, en el plano comercial, comenzaron antes del viaje de estos comerciantes. Las mercancías eran transportadas por caravanas que iban relevándose a lo largo de las rutas terrestres.

Por su parte, los indios comerciaban desde hacía un tiempo con China por vía marítima. Ellos enseñaron a los romanos los secretos del itinerario.

Es sin duda una sorprendente aventura, desconocida aún hoy por mucha gente.

Nota: en relación a esto, conviene leer el libro 'De Roma a China', de Jean-Nöel Robert