Hoy 28 de mayo sopla el viento y el “Mimosa” parte al fin hacia la Patagonia. Más de 150 almas galesas le dan vida en este viaje épico, y hoy más de 70 mil argentino/galeses patagónicos soplan sus velas. Es uno de los tantos clíper construidos en Escocia y que reinaban los océanos en el siglo 19 plena era victoriana, señores de la famosa Ruta del Té. Y aunque ya llevaba varios años dado de baja siguió realizando viajes especiales para quienes lo contrataran, casi por casualidad pasó a la historia junto a estos galeses aventureros que pensaban viajar en otro barco, pero el destino quiso que se unieran para siempre en este punto de sus vidas, donde fué tutor de la “Gesta Galesa” persiguiendo una Causa más que justa, un sueño casi imposible.
Estos galeses modificaron su vientre, como si supieran que iba a ser su madre benefactora por largos meses. Lograron hacer camarotes habitables en sus bodegas que solo conocían de cargas, bultos y especias.
Los clíper fueron diseñados para ser más veloces, más estilizados, angostos y largos, no había mucho espacio para tanta gente. Bellos e intrépidos veleros que reinaban los mares aún durante la revolución industrial y que perdieron la carrera contra los buques a vapor recién en 1869 cuando se inauguró el canal de Suez y se transformó radicalmente el movimiento por las rutas del comercio con Oriente, y ese fue el fin de los “clíper”. Su nombre probablemente estaba inspirado en su homónima, una de las 4 estrellas de la Cruz del Sur, esa que lo guió en tantos viajes y que en este en especial seguramente fue madrina y protectora de la suerte de ambos. Pero el Mimosa seguirá haciendo viajes aún después de dejar sanos y salvos a los galeses en las costas de la Patagonia y hoy parte nuevamente hacia Puerto Madryn.
Ya estamos esperando al “MIMOSA”