El Tajine es una receta típica de Marruecos que recibe el nombre del recipiente donde se prepara. Hace unos años de viaje por el país africano pude probarlo en varias de sus formas, y me encantó!!!!!
Parece ser que es de origen bereber, y por lo que tengo entendido, ya desde el año 5000 a.C., algunos pueblos de la ribera del Mediterráneo consumían algo similar. La costumbre, según me contaron, en el Magreb, es comerlo directamente de la vasija con la mano derecha, utilizando los dedos índice y corazón y ayudándose de un trozo de pan y el pulgar (los dedos no deben tocar el resto del plato).
Ha sido siempre un símbolo de la hospitalidad de los pueblos del Magreb, e incluso en los palacios, desde el siglo XVI, también agasajaban a los huéspedes con exquisitos Tajines.
El Tajín tradicional se calienta sobre carbón, sin embargo, hoy en día existen versiones modernas: con hierro fundido en la base, de porcelana, de cerámica barnizada, o incluso de silicona que se pueden usar en cocina de gas, en el horno y hasta en vitrocerámica.
Una cosa antes de que se me olvide, si van a Marruecos, podrán traerse estos recipientes, pero ojo porque algunos sirven para cocinar, y otros sólo para servir/presentar el plato, como los que me traje yo.
Este recipiente, el Tajine, es una especie de cazuela redonda (normalmente de barro cocido) con muy poco fondo y una tapa en forma de cono que hace que se conserve muy bien la temperatura, la jugosidad y los sabores de los alimentos. Tiene la particularidad de actuar como si fuera una especie de olla a presión y de cocer los alimentos en sus propios jugos.
Hay muchas variedades: de verduras, de pescados, de carnes como el cordero… pero uno de los Tajines más clásicos es el Tajine de pollo.
En la foto mi tajine de pollo casero, ¡no vean lo rico que me quedó! jeje
Es una de las muchas formas que hay para hacer este Tajine de pollo (en este caso con almendras y ciruelas, acompañado de cuscús):
1. Lo primero es limpiar el pollo que habremos comprado ya troceado y salpimentar.
2. Pelamos la cebolla y la picamos fina, también pelamos el jenjibre y lavamos y cortamos el calabacín. Lo apartamos y dejamos esto aparte.
3. Se pone el pollo en el Tajine (o en una cacerola aparte) con un poco de aceite en el fondo y se dora, una vez los trozos van estando hechos, los vamos retirando.
4. Añadimos a este mismo aceite la cebolla picada y la dejamos pochar a fuego suave durante 7-8 minutos más o menos, o hasta que esté bien hecha. Se añaden también los ajos enteros y un poco aplastaditos, sin pelar.
5. Cuando la cebolla esté bien hecha, ya saben, blandita y transparente, añadimos los trozos de pollo a la cacerola o el Tajine, e incorporamos jengibre, canela, ras al hanut (es una mezcla magrebí de especias, hierbas y raíces aromáticas) y cúrcuma. Añadimos el caldo de pollo y se cierra la cacerola o el Tajine.
Dejamos cocer a fuego suave durante una media hora.
El Tajine cuece los alimentos en sus propios jugos, por lo que, a diferencia de la cacerola de toda la vida, no requiere mucho aceite ni mucho caldo en el guiso. En el desierto siempre ha habido poca agua disponible por lo que este plato no requirió nunca añadir mucho líquido para cocinarse.
6. Cuando llevemos unos 10 minutos de cocción, incorporamos las almendras tostadas y las ciruelas pasas, y el calabacín que habíamos apartado antes.
7. Mientras se termina de hacer el pollo, preparamos un cuscús sencillo y listo!!!!!
A disfrutarlo!!!!!
😋
Se ve delicioso....🙂
🤣🤣🤣
😋😋😋 que buena pinta @yadiratacle !!!!