Tardigrados: los "tipos" más duros de la Tierra

Los tardígrados, o como también se les llama, osos de agua (por su manera de andar,similar a la de un oso), son posiblemente los animales más curiosos que existen en nuestro planeta, porque son virtualmente indestructibles y como te puedes imaginar, son de un enorme interés para la ciencia moderna. Fueron descritos por primera vez por Johan August Ephraim Goeze en 1773.

Ya se sabía desde tiempo atrás que algunas bacterias pueden soportar condiciones extremas, pero lo curioso del caso de los tardígrados es obervar que estos seres, tan bien evolucionados, con una cabeza, una boca, un tracto digestivo, patas, garras, músculos, sistema nervioso, puedan soportar el vacío del espacio y la radiación estelar, eso es lo que tiene sorprendido al mundo científico.

Son minúsculos, de entre 0,,1 y 1,5 mm (se conocen más de 1.000 especies), invertebrados y multicelulares, y tienen 8 pequeñas patas acabadas en uñas. Su nombre, tardígrados, significa "andador lento" y prácticamente no hay rincón del mundo donde no estén presentes.

El musgo y el liquen son su hábitat preferido, pero lo cierto es que pueden encontrarse desde las regiones polares hasta el ecuador.

Son tan interesantes para la ciencia que incluso se piensa que llegaron "del exterior", y en 2007 se lanzó el programa Tardis, destinado a someter a un test la resistencia de los tardígrados. Embarcadas el 14 de septiembre de 2007, en un cohete Soyouz, dos especies de tardígrados (Richtersius coronifer y Milnesium tardigradum) fueron expuestas con las condiciones de vida en el espacio. Según los términos del artículo publicado en Current Biology, la radiación ultravioleta, 1.000 veces superior a la que hay sobre la superficie terrestre, debería haber destruído sus cromosomas. Pero al cabo de 10 días, los tardígrados, para sorpresa de todos, sobrevivieron. Aunque no salieron del todo indemnes de su viaje, la radiación UV dañó su ADN, algunos tardígrados habrían conseguido "repararlo" para sobrevivir.

Estos seres son capaces de soportar una amplitud térmica gigantesca, de -270 °C a +150°C, el vacío, e incluso las presiones gigantescas (el equivalente a 60 km de profundidad en el océano, unos 6.000 bar).

Pero ¿cómo lo hacen?

Mediante un extraordinario mecanismo de superviviencia que les hace capaces de parar su metabolismo, pudiendo permanecer así durante décadas (en laboratorio han conseguido mantenerlos en estado latente 8 años para después "volver" a la vida). Es lo que se conoce como estado de criptobiosis.

Lo que hacen es retraer sus 8 patas y deshidratarse casi completamente. Pierden más del 99 % de su agua, reemplazándola por un azúcar que sintetizan. Esta especie de anticongelante preserva sus celdas, y durante el período en el que están latentes ,se protegen en una pequeña bola de cera microscópica llamada tonelete que limita sus pérdidas de agua. Cuando las condiciones vuelven a ser favorables, simplemente, vuelven a la vida...

Increible!!!