Hace unos años, me fui de excursión por el Pirineo catalán a hacer una ruta muy chula, los lagos del Carlit y ascensión a la cima. Me encanta ir de senderismo por Pirineo, ya que ofrece un sinfín de paisajes espectaculares. Pero era la primera vez que me iba a hacer una ruta por el lado francés de los Pirineos.

La ruta fue bastante dura, unas 8h caminando con un desnivel de un poco más de 1000m, pero lo realmente interesante de esta ruta fue el descubrimiento que hice por la noche, en el refugio de montaña donde dormíamos todos: la Tartiflette.

En mis rutas por el Pirineo suelo dormir en refugios donde sirven platos de cuchara tipo lentejas, en general muy bienvenidos tras un día en la montaña. Pero era la primera vez que dormía en un refugio de montaña francés, y aunque este plato, la Tartiflette, era de lo más habitual para ellos, para mi fue toda una revelación gastronómica: un plato hecho con bacon, patatas, cebolla, nata y un queso desconocido para mi entonces, el reblochon, delicioso!!!

Todos estos ingredientes se saltean en una sartén, sin el queso, y se hornean posteriormente en una fuente de barro colocando este queso cremoso encima. El queso se derrite durante la cocción y se cuela en cualquier resquicio de la fuente: caliente, calórico, delicioso…Lo ideal tras un día de caminata en la montaña, y fue la mejor recompensa tras un día de caminata bastante intenso.

Así que hoy quiero compartir la receta de este delicioso plato con vosotros: es ideal para los días de invierno, tras un día en la montaña…o cualquier excusa que queráis inventaros con tal de comer.

Pero no sin antes compartir una pequeña curiosidad que averigüé sobre este plato: por su presentación en una fuente de barro, y por lo normal que parecía resultarle a todo el mundo en aquel refugio comer este plato, di por hecho que se trataba de un plato tradicional de la cocina francesa. Pero para NADA: fue una hábil técnica de venta inventada en los años 80! El nombre de “Tartiflette” proviene de su lugar de creación: la alta Saboya, en los Alpes. Su nombre deriva de la palabra “tartiflâ”, que significa “patata” en saboyano. Esta tierra es famosa por su producción del queso reblochon, un queso cremoso, delicioso para comer tal cual o para hornearlo.

En los años 80, el Sindicato Interprofesional del Reblochon inventó esta receta con el fin de potenciar las ventas de este queso, en una época en la que éstas decaían. La receta se convirtió rápidamente en un éxito rotundo en todas las estaciones de esquí de los Alpes, hasta ser conocida en toda Francia. Hasta hoy! Así que en realidad, este plato no tiene ni 40 años. Curioso, no?

Tras esta pequeña nota histórica, comparto con vosotros la receta de esta delicia. Estas son las proporciones que yo utilizo, en el vídeo que he añadido a este artículo utilizan proporciones distintas, y frotan la fuente con mantequilla en lugar de con ajo, pero el vídeo explica muy bien el procedimiento:

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

500g de patatas para hornear

100g de cintas de bacon

2 cebollas

1 diente de ajo

1 cuchara sopera de aceite de oliva

2 cucharas soperas de nata espesa

10cl de vino blanco seco

1 queso reblochon entero

Sal y pimienta

Una cazuela de barro grande para el horno (ideal), o una fuente para horno

Preparación

1. Pelar las patatas y cocerlas 10mn en agua hirviendo con sal
2. Escurrirlas y cortarlas en rodajas de unos 5mm de grosor, más o menos
3. Cortar las cebollas en rodajas finas
4. Calentar el horno a 210º
5. Saltear 5mn en una sarten las cintas de bacon y las cebollas a fuego fuerte
6. Cortar el diente de ajo en dos y frotar las mitades en toda la superficie de la cazuela de barro
7. Crear capas en la cazuela: una capa de rodajas de patata, otra de cintas de bacon y cebolla, otra de patatas, etc. hasta haber colocado todas las cintas de bacon, cebolla y patatas en la fuente
8. Repartir entonces las dos cucharas soperas de nata espesa y el vino blanco encima de los ingredientes
9. Cortar el queso reblochon transversalmente (igual que en el vídeo) y colocar las dos mitades del queso encima de los ingredientes, con la parte cremosa del queso mirando hacia abajo
10. Hornear durante 15 minutos: el queso debería haberse derretido y fundido a través  entre todos  los resquicios de todos los ingredientes.

Y listo! Bon appétit como me dijeron en aquel refugio de montaña!