Un gran avance desde el punto de vista medioambiental sin duda. 

Desarrollado a partir de un proyecto liderado por el investigador y profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cantabria (España), Imanol de Pedro del Valle, este catalizador magnético es capaz de descomponer plásticos utilizados en envases para su posterior reutilización.

La tecnología empleada, que combina nanopartículas magnéticas y líquidos iónicos, permite obtener la materia prima con un 100 % de eficiencia, con lo que podría reciclarse gran parte del plástico que se utiliza en los envases actualmente, especialmente los residuos de PET (tereftalato de polietileno, uno de los polímeros más utilizados para envases).

El catalizador permite la recuperación y reutilización del material plástico basándose en la aplicación de campos magnéticos, lo que mejora el proceso y lo hace económicamente más viable que los métodos actuales que se utilizan para descomponer los plásticos.

Medioambientalmente hablando, creemos que nadie duda ya de que reciclar el plástico es casi una obligación moral, y no sólo medioambiental o económica, porque efectivamente es una material que tarde muchísimo tiempo en descomponerse, por lo que este catalizador, no tóxico y reciclable y con alto potencial de aplicación industrial, podría aportar importantes beneficios económicos y medioambientales a un sector que produce, sólo en Europa, unos 65 millones de toneladas de plásticos cada año.

Un invento con grandes posibilidades en el futuro, tantas que la American Chemical Society (ACS) lo ha destacado como uno de los productos más innovadores y eficientes en el campo del reciclaje de plásticos en la monografía “The future of plastic” de la revista “Chemical & Engineering News”, y aunque ahora toca probarlo "a gran escala", sin duda es un gran avance en materia medioambiental. ¿qué te parece?