Te hablamos del uso de las hormigas para combatir plagas de otros insectos en campos de cultivo de forma más efectiva que los insecticidas químicos.

Agricultores de Australia y Tailandia usan hormigas tejedoras (Oecophylla smaragdina) para proteger sus campos de mangos y anacardos. De hecho, hay más de 70 estudios sobre el uso de hormigas en el control de plagas en diversos cultivos, desde mangos y anacardos, hasta el cacao o la palma de aceite.

Podrás imaginarte que el método es sostenible y mucho más barato que los insecticidas habituales. 

Una de las ventajas de las hormigas es que atacan a insectos de todos los tamaños, ya que defienden su territorio contra los enemigos.

Debido a que las hormigas tejedoras viven en las partes altas de los árboles huéspedes, cerca de las flores y las frutas (sin dañarlos), son buenos controladores de plagas en frutales tropicales.

Los agricultores recogen los nidos de hormigas en el medio y los cuelgan en bolsas en sus árboles, dándoles una solución de azúcar, mientras construyen sus nuevos nidos.

Una vez que se ha establecido un nido en un árbol, el agricultor facilita la extensión de la colonia con cuerdas que enlazan todos los árboles en forma de pasarelas.

Es brillante la verdad...