Es un lugar singular como pocos, situado en los límites del municipio de Pacula y el Pueblo Mágico de Zimapán, al noroeste del estado de Hidalgo, en el centro de México, en una región minera donde se extrae principalmente fósforo.

Este sitio es conocido como las Dunas Rojas de Pacula (también como el Marte hidalguense) y como pueden ver, son unos campos de arenas rojizas de los que emergen rocas negras, grises y blancas rodeados por un precioso bosque de niebla formado por pinos, cedros, enebros...

La composición de la arena es arcillosa con hierro, mineral que le da esa tonalidad característica y que proviene del suelo, donde hay laterita, un mineral propio de regiones cálidas que contiene grandes cantidades de óxido de hierro.

Esta tierra rojiza no es compacta y mancha con facilidad la ropa (aunque no es tóxica), por lo que hay que ir bien pertrechado para andar por este lugar, especialmente si se les ocurre visitarlo durante la época de lluvias (en la que por cierto no encontrarán la tierra tan rojiza, sino más bien marrón debido a la humedad). La verdad es que la época ideal para visitar este lugar es durante el invierno, época en que la tierra está seca y conserva su color rojizo característico, y en la que además podrán disfrutar de un clima templado. También es posible encontrar sus hermosos tonos rojizos durante la primavera-verano, pero tengan en cuenta que en esta época hace bastante calor en la región.

Se tarda en llegar hasta aquí unas 3 horas desde de la ciudad de Pachuca, y la verdad, no es que esté muy bien señalizado, por lo que habrán de poner en el Google Maps “Zona Turística Tierras Rojas”, y una vez allí, se pueden hacer muchas actividades, la más recomendable el senderismo, caminar por sus desniveles, pero también pueden "sacar" al fotógrafo que llevan dentro o hacer bicicleta de montaña. Además en la zona podrán degustar platos como las gorditas, las quesadillas, el pulque o los nopalitos.