Se llama Seaglider, un proyecto de la startup con sede en Boston (EEUU) Regent Craft (desarrollado por ex ingenieros de Boeing formados por el MIT), y que básicamente viene a ser una especie de ferry volador para el transporte regional totalmente eléctrico, que conectaría ciudades costeras (p.e. para viajar entre Boston y Nueva York, o entre San Francisco y Los Ángeles, además de otros muchos destinos).

Sus antecedentes: en el año 1966, la Unión Soviética lanzó uno de los aviones más extraños y grandes del mundo, conocido como el "Monstruo del Mar Caspio". Era una aeronave que únicamente podía volar a pocos metros de la superficie del mar. Ahora, esta startup norteamericana está construyendo una versión eléctrica, para pasajeros, más cómoda y eficiente.

Este Seaglider podría atracar y salir desde muelles ya existentes, lo que permitiría a sus 10 pasajeros evitar los masificados aeropuertos y los largos viajes en tren o por carretera.

Además, volando a pocos metros sobre el agua, podría viajar a velocidades de hasta 290 km/h y cubrir distancias de casi 300 km, todo ello con cero emisiones, pero una de sus mayores ventajas, al menos para nosotros, sería que los viajes estarían libres de turbulencias, gracias al efecto suelo. Este efecto es un fenómeno aerodinámico que ocurre al llegar a una velocidad determinada, gracias a una diferencia de presiones entre la zona sobre el ala y bajo ella, que solo se da a muy baja altura.

Parece ser que se está trabajando en un prototipo que estaría listo para finales de este año, pequeño, de unos 5 metros de envergadura y casi 200 kg de peso. Tras las pruebas operativas, la intención es tener disponibles los "reales" a partir de 2025.

Sin duda es un proyecto interesante y ecológicamente sostenible, aunque, por el momento y sin saber mucho más, al menos de momento, tiene algunas limitaciones, como puedan ser la capacidad de llevar pasajeros, o la autonomía de vuelo, pero sin duda el proyecto promete...