En la encantadora ciudad suiza de Sankt Gallen (Saint-Gall en francés), cantón suizo ubicado en el nordeste del país, no pueden dejar de visitar el Complejo del Monasterio de St.Gallen (con su monasterio barroco (construido a mediados del siglo XVIII) su magnífica biblioteca estilo rococó y su impresionante catedral). Está inscrito, por méritos propios, en la lista del Patrimonio Cultural Mundial de la UNESCO.

Este antiguo monasterio benedictino tiene raíces carolingias, y de él, al menos para mí, lo más destacado es sin duda la biblioteca (es verdaderamente preciosa, con una colección de manuscritos de gran importancia histórica), que además está decorada en un estilo rococó típico del sur de Alemania. La antigua iglesia de la abadía, ahora una catedral, es también un espléndido ejemplo de arquitectura barroca en Suiza.

La tradición del monasterio de St.Gallen se remonta al año 747 d.C., cuando se fundó aquí un monasterio benedictino. En el año 818 d.C., la abadía recibió privilegios e inmunidades imperiales, que convirtieron al abad en independiente de las autoridades eclesiásticas. A partir del año 1206 en adelante, como príncipes del reino, los abades gobernarían el monasterio y otras tierras hasta que las tropas napoleónicas ocuparon St.Gallen en 1798. La abadía se disolvió formalmente en 1805.

Puede decirse que el período de gloria de St.Gallen fueron los siglos IX y X, cuando la abadía fue uno de los centros de aprendizaje más importantes de Europa y un líder en los campos de la ciencia y la cultura.

La sala de la biblioteca rococó y la catedral se encuentran entre la mejor arquitectura barroca de Suiza (son las únicas partes de los edificios del monasterio barroco en St.Gallen abiertos a la mayoría de los visitantes).