Te hablamos del Mercado de fetiches de Akodésséwa, en Togo (África).

Posiblemente sea, para los occidentales, uno de los mercados más extraños del mundo, y lo es porque alberga cabezas de monos, de loros, bocas de cocodrilos, de camaleones, amuletos, estatuas, ranas, tortugas, pieles de reptiles, de antílopes, de leones, cráneos de animales, etc, por no hablar de los pájaros o serpientes cuidadosamente expuestos al aire libre y al sol, dejando un olor a podrido en el aire.

Gentes de distintos países, conservadores, incluso turistas occidentales, muchos llegan a este mercado para comprar o consultar a los curanderos sobre remedios para solucionar cualquier tipo de problema.

En este mercado, cercano al culto vudú, y cuya fama va más allá de las fronteras de Togo, muchas enfermedades encuentran allí su solución, según los que allí van.

Según estas gentes, las dolencias más simples como el paludismo, la fiebre tifoidea, la disfunción eréctil, la mala suerte, la brujería, el asma, la tuberculosis y los hechizos encuentran rápidamente soluciones con los curanderos de este mercado. Por ejemplo es habitual allí ver algo como un caparazón de tortuga bien triturado y combinado con ciertas hierbas y miel, que dicen que puede curar a un paciente con asma crónica.

Los que acuden a este mercado, no van porque sí. Son gente que tienen una preocupación, una necesidad. Otros van para la reactivación de sus actividades, la promoción en el trabajo.

Hay personas que buscan una solución a un problema particular. Van a este mercado, o para encontrar amuletos para protegerse de un hechizo, o para curar una enfermedad, en la creencia de que les va a funcionar...