Este bonito lugar que quiero compartir con todos se llama Bárcena Mayor, perteneciente al municipio de los Tojos y situado a poco más de 1 hora en coche desde Santander (unos 75 km), en Cantabria (España), y lo quiero compartir porque la verdad es que es de postal.

Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1979, el pueblo, en el que, al menos a mí, lo que más me llamó la atención fue la arquitectura montañesa de las casas (típicas de la zona, de piedra con balcones de madera, muchos de ellos con llamativas flores como hortensias o geranios) se sitúa en un valle flanqueado por pequeñas colinas, un entorno muy verde, muy bonito.

Está ubicado en el Parque Natural Saja-Besaya, siendo el único pueblo dentro del Parque Natural. Es uno de los pueblos más antiguos de España (data de la Edad Media).

Es muy agradable pasear por su calles empedradas (el coche hay que dejarlo a la entrada del pueblo), y visitar los pequeños comercios de artesanos de madera y/o mimbre, sus posadas, sus restaurantes, su iglesia (la Iglesia de Santa María, del siglo XVIII), etc.

Además de ver este pintoresco pueblo, si les gusta el senderismo, tendrán la oportunidad de conocer alguna de las 4 rutas de senderismo que existen desde Bárcena Mayor (la más transitada y conocida es la ruta que lleva al alto de la Cruz de Fuentes pasando por el pozo de la Arbencia).

En cuanto a la gastronomía, no pueden visitar este pueblo y no comer el Cocido Montañés, típico de Cantabria (consiste en un cocido de alubias con verduras y carne de cerdo -chorizo, costilla, morcilla y tocino-, muy sabroso y perfecto para servir como plato único, porque es contundente). Y no olviden la deliciosa miel que aquí se produce.

Lo curioso es que estuvo a punto de desaparecer a consecuencia de la fuerte emigración que afectó a todo el valle de Cabuérniga, por las escasas expectativas laborales y de producción agropecuaria. Parece ser que fueron cazadores y pescadores quienes, al descubrir numerosos lugares en la zona para disfrutar de estos deportes, salvaron al pueblo de su desaparición.

Hoy en día está rehabilitado casi por completo, de lo que me alegro sinveramente.