Si tienen la oportunidad de viajar a Extremadura (España) no dejen de visitar el precioso Valle del Jerte, en el interior de la provincia de Cáceres. Por el fondo del valle serpentea el río que da nombre a este valle, atravesando los bonitos pueblos que forman la Mancomunidad de Municipios del Valle del Jerte, y que termina prácticamente en la ciudad de Plasencia.

Además, cada primavera, luce durante unos pocos días el increíble espectáculo de la floración de los cerezos, que tiñen de blanco prácticamente todo este entorno.

Pero aquí hay un rincón que para muchos no es tan conocido, la Garganta de los Infiernos (es una de las gargantas formada por varios pequeños ríos o barrancos que desembocan en el río Jerte), y aquí se encuentran Los Pilones.

Como digo, es un pequeño tesoro formado por pequeñas pozas que el agua ha ido tallando durante miles de años en el duro granito. Pequeños saltos de agua que terminan en piscinas naturales de un color gris claro. Y todo rodeado de un verde intenso. Aquí se juntan las aguas de los Arroyos de Los Tres Cerros y del Collado de las Yegüas.

Sus aguas son frías y cristalinas y uno puede bañarse entre pequeños peces.

En verano hay más gente, y posiblemente sea en primavera y otoño cuando más bonita la zona. Si van a este lugar, no olviden acercarse el Bosque del Rebollo, un pequeño castañar que en otoño se transforma en un bosque de color rojizo.

Ni que decir tiene que la gastronomía en la zona es excelente, y los pueblos muy bonitos, como Hervás, una localidad cuya judería es posiblemente de las más bonitas de España...