Fundada en 1543, La Antigua Guatemala, construida en el Valle de Panchoy, al sur de Guatemala, y rodeada de volcanes como el Fuego, el Acatenango o el Pacaya, está situada a los pies de uno de ellos, el volcán de Agua, a más o menos 1 hora de la capital del país.
Esta hermosa ciudad, imponente desde el Cerro de la Cruz, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en el año 1979, y junto con las ruinas de Tikal, es una visita imprescindible en Guatemala.
Es bien conocida por sus templos, sus monasterios y sus hermosos edificios coloniales españoles, el jaleo en sus calles, además de sus leyendas y tradiciones, y aún conserva edificaciones restauradas del siglo XVI, pudiendo ser recorrida a pie a por sus calles empedradas.
Si llegan hasta este lugar, no pueden dejar de visitar lugares como El Museo de Jade, La Plaza Mayor, El Palacio de los Capitanes Generales, El Convento y Arco de Santa Catalina, La Antigua Catedral de Guatemala, el Museo de la Universidad de San Carlos, la Ruta Santa del Hermano Pedro, su Mercado Central, etc.
La ciudad también es rica en artesanía local, con puestos y tiendecitas de tejidos típicos, cerámica, productos de plata y oro, cerería, productos metálicos, dulces típicos y su rica gastronomía.
Un fuerte terremoto destruyó la ciudad en 1717, y tras ser restaurada, fue sacudida de nuevo por otro en 1773. Por entonces, la Corona Española ordenó abandonar Antigua y construir una nueva ciudad, Nueva Guatemala, la actual capital.
Lo curioso es que los guatemaltecos se llevaron hasta las puertas de las casas, no quedó prácticamente nada, sólo un recuerdo ruinoso de lo que un día fue la ciudad, y los pocos miles que decidieron quedarse pronto se quedaron sin comida, sin actividad económica, abandonados a su suerte. A esto se añadieron varias epidemias que terminaron llevando a la pobreza (de hecho cuenta la leyenda que la gente se alimentó durante años de aguacates y hierbas, y todavía hoy a los antigüeños se les conoce como "panzas verdes").
Tras un siglo y medio en el olvido, la vida regresó a finales de la década de 1920 de la mano de la United Fruit Company, y se restauró respetando su historia. Una curiosidad es que los colores de las fachadas están regulados por el Consejo Nacional para la Protección de Antigua Guatemala, así que si alguien quiere pintar su casa, sólo puede elegir entre 10 tonalidades, y muchos ya conocen esos colores tan característicos como "rojo antigua" o "amarillo antigua" p.e.
Una visita imprescindible si llegan hasta este lugar de Centroamérica.
esperemos poder volver a viajar en breve...