El lugar se llama Baia do Sancho, en isla de Fernando de Noronha, una pequeña porción de territorio brasileño situado en las aguas del océano Atlántico, a unos 360 km al nordeste de la ciudad de Natal (en el extremo nordeste de Brasil).

Este lugar está a poco menos de 3 km del centro de la isla, al oeste del famoso Morro Dois Irmãos y al este de la espectacular Baía dos Golfinhos, las principales postales turísticas que muestran Fernando de Noronha al mundo. Aquí, en esta bahía, hay una playa, casi completamente aislada, de aguas cristalinas, ideales para la práctica del buceo.

El trazado de la bahía permite que las embarcaciones atraquen en ella, sin causar daño a los arrecifes coralinos que la circundan. Aquí pueden encontrarse ejemplos de especies de fauna local y vegetación autóctona fantásticos, pero ojo, porque el acceso hasta la arena no es fácil desde tierra, porque hay que descender más de 20 m de altura por una escalera enclavada en las grietas de las rocas del acantilado. Esta playa es un punto elegido por tortugas que buscan desovar durante su temporada. 

Además, entre los meses de febrero y junio, en los alrededores de la bahía, se forman dos cataratas que bajan por los acantilados.

Si algún dia tienen la oportunidad de visitar este lugar, momento que ahora parece lejano, lo sé, con este tema de la gravísima pandemia vírica global, no duden en visitarlo, es mágico...