Esto es muy curioso, les hablo de la Isla de los Faisanes, en la frontera entre España y Francia, en el río Bidasoa, un territorio que pasa del control de un país al otro cada 6 meses.

La isla tiene una superficie de unos 2.000 m², y está situada entre Irún y Hendaya, aunque antiguamente pertenecía a la localidad de Fuenterrabía. Desde el 1 de febrero hasta el 1 de agosto, el islote pertenece a España. El resto del año, es parte de Francia.

Esto es algo, al menos para mí, insólito, aunque algo totalmente normal para la gente de la zona, y aunque, hasta donde yo sé, nadie vive en este territorio compartido y la accesibilidad está limitada al transporte marítimo, una de las características más asombrosas de la Isla de los Faisanes es que se trata del condominio más pequeño del mundo.

Parece ser que es a partir de la invasión del Reino de Navarra por parte de la Corona de Castilla (1512) cuando la importancia de este islote comienza a crecer. Un siglo después tendría lugar uno de los conflictos más notables de la Europa moderna: la Guerra de los 30 años, y a pesar de que, en un inicio, la guerra se basaría en diferencias religiosas, a medida que los estados europeos tomaban parte en la contienda bélica, los intereses hegemónicos sobre el viejo continente se hicieron evidentes.

Finalmente, en 1648 la guerra llegó a su fin tras la firma de la Paz de Westfalia, pero el enfrentamiento entre España y Francia no acabó hasta el Tratado de los Pirineos de 1659, cuando Luis de Haro, representante español, y Mazarino, un diplomático al servicio del reino de Francia se reunieron el 7 de noviembre en la Isla de los Faisanes.

Tras muchas conferencias, se llegó finalmente a un acuerdo de paz. De todos los términos acordados destacó el matrimonio concertado entre Luis XIV con María Teresa de Austria, infanta de España.

Así las cosas, el reinado de Isabel II y Napoleón III sirvió para acercar posturas entre ambos países.

Se levantó un monolito con 2 inscripciones. Una de ellas, que mira hacia hacia la frontera española, en castellano. La otra, mirando hacia el norte, en francés (el mismo año que se construyó el monumento conmemorativo, en 1856, se firmaron los Tratados de Bayona para ajustar los límites temporales entre la soberanía francesa y española).

Esta histórica y a menudo desconocida isla (desde luego era totalmente desconocida para mí) también sirvió como punto geográfico para efectuar el intercambio de rehenes y prisioneros, etc, actos todos ellos relacionados con la diplomacia de la corte. Así, el funcionamiento pacífico entre Francia y España se ha llevado a cabo sin interrupción a lo largo de 3 siglos.