Es conocida como Rota Vicentina (o Ruta Vicentina), fue inaugurada en 2012 y es una ruta de senderismo a lo largo de la costa sudoeste de Portugal, formada por una red de caminos rurales y costeros que se encuentra en perfecto estado de conservación en lo que respeta al paisaje, a los valores naturales y ambientales, a la cultura y a las tradiciones portuguesas.
Llamada así por finalizar (o comenzar) en el Cabo de San Vicente, el extremo sudoeste de Portugal, se ubica en la región del Alentejo y es perfecta para todo aquel que busque lo sencillo y genuino, más allá del turismo de masas.
Es una de los recorridos más hermosos y de naturaleza mejor conservados de Europa, y se puede hacer a pie, en bicicleta o a caballo.
Formada por el Caminho Histórico y por el Trilho dos Pescadores, tiene aproximadamente 350 km de longitud y cerca de 75 mil hectáreas de área protegida, y se trata de un paraíso preservado por gentes locales, perfectamente señalizado, que puede recorrerse en etapas de un día (unos 25 km al día), que cuenta con alojamientos y otros servicios al inicio y final de cada etapa y en el que no se permiten los vehículos motorizados en los senderos señalados.
Con respecto al Caminho Histórico, éste recorre las principales villas y aldeas en un itinerario rural con varios siglos de historia. Con 13 secciones diferentes y un total de 263 kilómetros que conectan la región de Santiago do Cacém y el Cabo de San Vicente, está sobre todo formado por caminos rurales, homologado como Grande Ruta (GR) y se puede recorrer a pie o en BTT, con tramos de sierra, valles, ríos, ribeiras, etc, en un viaje por el tiempo, por la cultura local, los oficios tradicionales y los senderos naturales..
Por otro lado tenemos el Trilho dos Pescadores, siempre junto al mar, siguendo los caminos usados por los lugareños para el acceso a las playas y zonas de pesca. Es una de las mejores rutas costeras del mundo, que recorre algo más de 226 km a lo largo de impresionantes y escarpados acantilados. En ellos es posible ver águilas pescadoras o cigüeñas blancas. Es un recorrido sólo accesible a pie, a lo largo de los acantilados, con mucha arena y por eso más exigente desde el punto de vista físico. Un desafío en contacto permanente con el viento del mar, la dureza del paisaje costero y la presencia de una naturaleza totalmente salvaje.
Esta ruta cuenta además con 24 pequeñas rutas circulares entre Santiago do Cacém y Lagos, entre ellas, por ejemplo, Pego das Pias, en la que se atraviesa un pequeño lago con formas rocosas, al estilo del Gran Cañón pero a la portuguesa.
Si les gusta el senderismo y como a mi, Portugal, no pueden perderse esta preciosa ruta...
ya te digo! 😉, es muy interesante, debe ser una gran experiencia completar esta ruta
😍😍 adoro Portugal...